Rodeado de los próceres  de esta isla y arullado por las brisas del Océano Atlántico, fueron enterrados hoy los restos de Eddie “la Bala” Pérez en el cementerio Santa María Magdalena de Pazzis, en el Viejo San Juan.

El cuerpo del músico –quien fuera saxofonista y miembro fundador de El Gran Combo de Puerto Rico– fue cremado y parte de sus cenizas fueron colocadas en su saxofón y depositadas en uno de los nichos de la rotonda del cementerio sanjuanero. El resto habían sido dispersadas en el patio del bar La Cueva del Gato, en Toa Baja.

El entierro del  músico, que hoy habría cumplido 78 años de edad,  fue llevado a cabo poco después del mediodía. 

La ceremonia dio inicio con  los acordes del saxofón de Pedro Moreira, quien entonó En mi Viejo San Juan.

Antes del entierro, su viuda, Enid Collazo y sus hijos Eddie,  Myredi y Mariel Pérez liberaron cuatro palomas  en representación de los valores del músico: lealtad, paz, sinceridad y amor. 

Además, mientras enterraban al músico, un grupo de saxofonistas profesionales bajo la dirección de  Sammy Vélez y José “Furito” López entonaron melodías salseras. 

El presentador Junior Abrams,  amigo del músico, fue el moderador de los actos de recordación previos al entierro. 

Abrams, a quien Pérez llamaba “hermano blanco” compartió anécdotas del difunto y destacó su solidaridad con él en tiempos difíciles. 

Familiares, amigos y vecinos de “la Bala” también señalaron  sus valores.

Mariel, quien está embarazada de gemelas, entre sollozos, agradeció al pueblo todo el apoyo brindado.

Por su parte, el productor musical Richie Viera  compartió que la última voluntad del músico fue ser enterrado en el cementerio capitalino, rodeado de los restos de grandes compositores como Tite Curet, Rafael Hernández, Pedro Flores y  “un montón de panas”.

Sus allegados le hicieron el acercamiento a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, quien accedió a la petición.

José Orlando López, ayudante especial de la alcaldesa, la  excusó por su ausencia al entierro del ilustre cangrejero.  

El domingo pasado se llevaron a cabo los actos fúnebres en la parroquia María Auxiliadora de Cantera, en San Juan y la sorpresa de la tarde fue la presencia de El Gran Combo de Puerto Rico, pues regresó ese mismo día de Panamá, donde tenían una presentación musical. Pérez y el conjunto se habían distanciado en los últimos tiempos.

Ayer, a la pregunta de la prensa sobre si Charlie Aponte fue el único miembro de la agrupación que le  dio el pésame, la viuda contestó: “Sí. La única persona que se acercó y nos besó a Mariel y a mí fue Charlie”, expuso. 

Collazo describió  los últimos días de su esposo como “tristes”. “Él estaba solo y esperaba a sus hermanos que nunca llegaron”, señaló.

“La Bala” falleció el pasado viernes, 9 de agosto, a consecuencia de una sepsis en el Doctor’s Hospital en Manatí.