Steve Irwin, mejor conocido como ‘el cazador de cocodrilos’, fue un personaje muy reconocido de la televisión. Se destacaba por su cuidado a los animales más peligrosos del mundo y murió de manera trágica en un accidente con una raya.

Casi 20 años después, sus hijos revelaron que Irwin no tenía una fortuna como muchos creían y que, contrario a esto, la herencia que les dejó fue el cuidado y el amor por los animales.

Robert y Bindi Irwin revelaron en un pódcast, que su padre les tenía un patrimonio neto de más de 7.5 millones de euros al momento de su muerte, lo que equivale a 8.75 millones de dólares.

Relacionadas

Pese a que esta era una gran cifra, sus hijos solo heredaron un poco más de 100 mil dólares, dinero que fue destinado a pagar la nómina de sus empleados y deudas, ya que Steve Irwin había decidido que sus ingresos iban destinados a cuidar a los animales.

Steve Irwin invirtió sus ganancias en televisión a la construcción del Instituto de Conservación de Queensland, que incluía el Zoológico de Australia y el Hospital de Vida Silvestre del Zoológico de Australia.

La viuda de Steve, Terri, reveló que el testamento inesperado en realidad dejó a la familia endeudada debido a la falta de dinero heredado.

En 2024, le dijo a Australian Financial Review que todo el dinero se reinvirtió en trabajos de conservación: “Estaba endeudado... y el seguro de vida de Steve, creo, ascendía a 200,000 dólares, lo que no cubría ni la mitad de la nómina de una semana”.

Sobre los hijos del ‘cazador de cocodrilos’ se conoció que Robert Irwin todavía vive en casa con su madre, Terri, en el Zoológico de Australia en la Sunshine Coast de Queensland.

Su hermana Bindi, su esposo, Chandler Powell, y su hija Grace Warrior Irwin Powell, también viven allí.