El morbo, la curiosidad, el entretenimiento y el deseo incontrolable de enterarse de los detalles de las vidas de otras personas tientan a los usuarios de las redes cibernéticas a dar un “click” y un “share” a vídeos de desconocidos que, en cuestión de minutos, cobran notoriedad.

Una de estas “celebridades” locales que ha inundado las páginas de Facebook y Twitter es “la Vampi” (Dagmar Flores), cuya popularidad logró que del monitor de la computadora diera el salto a la sala teatral, donde se integró al elenco de la producción La casa II del colectivo Teatro Breve. Incluso, sus visuales han llamado la atención de portales de entretenimiento en Estados Unidos.

Ella es una de las más recientes, pero también a través del espacio virtual muchos han conocido a “la Cabeza de Christian”, GloZell y PewDiePie, todos con fines distintos, pero con el denominador común de darse a conocer entre miles de usuarios.

También están los que se convirtieron “famosos” por solo días tras la redistribución de sus visuales por las redes sin que ellos tuvieran la intención de compartir más contenido. En este grupo entran el joven “Chovi”, los chicos del tiroteo en despedida de año y “Tati”, a quien llaman con preocupación ante la posibilidad de que se encontrara dentro de su residencia mientras ocurría un deslizamiento de tierra en la urbanización Villa España en Bayamón.

“La cuestión de celebridad la otorga una población que asocia la participación de los medios con celebridad. Por eso, si estás en cine, televisión, eres famoso. No se limita a las redes sociales”, expresó la profesora de comunicaciones de la Universidad Interamericana de Ponce, Vivien Mattei.

La educadora mencionó que estas figuras se convierten en fenómenos de la red porque la gente comparte vídeos que provocan “emociones positivas y negativas, elementos de burla, entretenimiento”.

“¿Por qué pasa esto? El concepto de red social no se limita a la tecnología, en el campo de la sociología es la forma cómo los grupos interactúan. Antes, las relaciones eran interpersonales. Las redes tecnológicas vienen a facilitar esa interacción. Se convierten en fenómenos porque esa interacción nos hace sentir que estamos compartiendo en comunidad. En un país tan fragmentado, entretenernos nos ayuda a sentirnos parte de una comunidad”, dijo.

“En una sociedad individualista, las redes sociales virtuales compensan la necesidad de conexión sin la necesidad de estar físicamente y, a veces, de manera anónima. También, cuando muchas personas hablan del mismo elemento. Eso se sigue reproduciendo porque uno quiere saber de lo que está hablando del grupo. Se presiona a otros a buscar esos vídeos”, añadió.

La fascinación de muchos por vídeos, como los de “la Vampi”, es el resultado del deseo de conocer detalles de las vidas de los demás, indicó la comunicadora. “En estos casos, tiene que ver con el voyeurismo de meternos en la vida de los demás. Es una válvula de escape. Pero hay que tener en consideración que la burla tiene una violencia implícita y lo vemos en los memes, el vídeo y la foto manipulada. Estas manifestaciones se dan dentro de una sociedad violenta. Lo vemos como inofensivo y entretenimiento, pero a veces es similar a cuando repetimos chistes homofóbicos, racistas y contra la mujer. Estamos reproduciendo un comportamiento”, puntualizó.

El mejor ejemplo de esa burla se da con “la Vampi”, quien produce contenido con regularidad desde la intimidad de su hogar. “Es un culto a la personalidad de esta mujer que aparenta estar desajustada y de desequilibrio mental. No sabes si es así o es un personaje, con interés de convertirse en una celebridad. Su contenido se multiplica como un elemento de burla, entretenimiento y voyeurismo porque ves la intimidad de la mujer. Ella es un entretenimiento alterno de gente igual que yo. No es una persona construida por la publicidad, sino la chica del lado de casa”, mencionó la educadora.

La licenciada Julizzette Colón Bilbraut, quien brinda consultoría sobre redes sociales, mencionó que el morbo lleva a muchos a crear una cadena de compartir unos vídeos en particular. “Tiene que ver con nuestro morbo y humor ante personajes que hacen el ridículo. Tiene que ver con el ambiente de mofa con el que trabajamos en la isla. Pero también se da el caso de gente provocativa como Christian que tiene que ver con la búsqueda de análisis. Estos vídeos representan los diferentes apetitos de los consumidores”, expresó la profesional, quien se diera a conocer en el mundo cibernético con sus propios visuales educativos.

La abogada instó a las personas que protagonizan estos vídeos a tener unos minutos de reflexión sobre las consecuencias de compartir un visual en la red que puede reproducirse en cuestión de segundos. “Uno tiene que saber que lo que se publica no hay vuelta atrás y que hay que estar seguro de que no te molesta que lo vea el mundo entero”, comentó.

“Nos gusta hablar de privacidad, pero como usuarios hemos debilitado ese concepto de privacidad al permitir acceso a nuestra información personal. Publicamos fotos y vídeos renunciando a ese derecho”, agregó la especialista.

Mencionó que existen figuras como “la Vampi”, cuyos vídeos le “hacen más daño que bien”, pero hay quienes buscan aceptación y sacian su deseo de notoriedad a cualquier precio.

Se pegaron  

“La Vampi”

Desde hace alrededor de tres años, Dagmar Flores comenzó a publicar vídeos en los que baila cualquier género musical desde cualquier espacio en su hogar. Sus visuales han sido expuestos en canales de entretenimiento de Estados Unidos.

“La Cabeza de Christian”

  Aunque  ya no publica sus grabaciones, Christian Ortega creó un videoblog en el que daba su peculiar  punto de vista sobre temas noticiosos y asuntos de interés en el país. Actualmente, tiene la cápsula B al grano en bumbia.com

Chovi

El vídeo de Raúl Gabriel Díaz Rodríguez, de Patillas, se multiplicó en las redes sociales, pues todo el mundo quería verlo llorar en estado de embriaguez.  

GloZell Green

La joven tiene un canal en YouTube en el que se describe como comediante. Vídeos, como My Push up Bra will Help Me Get my Man, han sido muy populares entre los jóvenes.

PewDiePie

Este comentador sueco de videojuegos es bien popular entre los adolescentes. Creó su canal de YouTube en el 2009 y tiene 16,202,331 de seguidores.