Uno de los más emblemáticos intérpretes de melodías que han sellado la unión de tantas parejas a través de décadas y todavía sigue siendo referencia obligada al hablar del bolero, José Luis Moneró, murió en Caguas, dejando tras de sí un legado inmesurable de recuerdos y una pregunta obligada: ¿Quién tomará su batuta? 

El Príncipe del Bolero, como se le conoció, nació el 6 de abril de 1921 en Juncos y murió a los 90 años en un hogar de convalecencia en Caguas, después de varias complicaciones de salud y trabajando casi hasta el final. Había sido hospitalizado el año pasado por una afección pulmonar. Ahora le sobrevive su esposa Tere Haddock, varios hijos y múltiples seguidores.

Su voz de tenorio estará para siempre asociada a la canción “Olvídame” de Roberto Cole y “Mi loca tentación”, de Paquito López Vidal, según un experto consultado por Primera Hora. Muchos lo recordarán de la época de las grandes orquestas, otros por los discos de vinilo o las belloneras y ahora algunos lo rememoran en YouTube o programas grabados para PRTV, del canal 6 de la televisión pública. 

“Moneró muere y se le da cierre a ese capítulo de las grandes orquestas en Puerto Rico. La orquesta de Rafael Muñoz, del Escambrón Beach Club… Es una pena que no tenga pertinencia y que con poca esperanza se pueda decir, regresará en el futuro”, se lamentó el músico, autor y profesor del Recinto Universitario de Mayagüez, Josean López.

“Jose Luis Moneró está en la memoria emocional del pueblo de Puerto Rico que lo vivió”, que de por sí no es un problema, pero los únicos custodios de su música que quedan son los coleccionistas y falta su legado actual, comentó López a Primera Hora.

El también doctor en música, intérprete y fanático del bolero contrastó esta realidad con el trato que le acaba de dar Cuba al centenario de Benny Moré, después de un año de celebraciones por sus provincias.

“Benny Moré está vivo en Cuba”, afirmó el experto. “Nosotros tenemos una serie de personalidades de la música que están en la memoria emocional de mucha gente, pero no en los jóvenes. Ahí el país ha fallado. Ése es el Puerto Rico que se nos fue, el Puerto Rico que cantaba bolero. No hay razón para que ese Puerto Rico no esté hoy en día. Hay cosas de la raíz cultural de un pueblo que no se deben afectar”.

La gran diferencia entre la música clásica y ésta, según López, es que la primera se escribe en partitura y la otra es tradición oral. No hay razón para que no se respeten por igual.

“Es muy difícil escuchar la música de ayer. Por eso los coleccionistas tienen gran valor y hay que rescatarla en bibliotecas públicas”, afirmó López, quien tiene una intervención semanal en Radio Isla para contribuir a ese esfuerzo.

Los restos de Moneró serán expuestos mañana jueves de 10:00 de la mañana a 4:30  de la tarde en la sala que lleva su nombre en el Centro de Bellas Artes de Caguas.

Seguido, a las 5:00 de la tarde, se efectuará una misa de cuerpo presente en la catedral Dulce Nombre de Jesús de Caguas.  Luego los restos del cantante serán cremados, según informó la familia. 

Grabó a Sylvia Rexach a los 15 años

Un dato significativo de la larga vida del también director de orquestas, que recordó López, es el hecho de grabó en 1937 a la cantautora Sylvia Rexach (nacida en 1922) cantando “Di, Corazón” con la orquesta Rafael Muñoz. “Silvia era una nena, de apenas 15 años, escribiendo de eso!…”, exclamó.
Ambos artistas contemporáneos son parte de esa historia de la música popular “clásica” puertorriqueña.

Moneró empezó a cantar profesionalmente en 1938, sin tener educación formal en la música, pero la adquirió más tarde, en 1942, cuando empezó a estudiar trompeta en Nueva York, según la tésis “El Bolero en Puerto Rico según los creadores, performadores, y estudiosos del género”, de Wanda López Henríquez, para la Universidad de Puerto Rico (mayo 2001).
 
El propio Moneró relató que fue obligado a cantar boleros por las circunstancias musicales de la época, ya que era obligado en el repertorio de todas las orquestas. Los compositores que más lo impactaron, según la citada tesis, fueron Rafael Hernández, Pedro Flores, Rafael González Peña, Paquito López Vidal y Roberto Cole, entre muchos otros. Sus boleros más populares eran “Di” de Rafael Hernández, “Sin Ti” de Rafael González y por su puesto “Olvídame”.

Las orquestas con las que trabajó incluyen la de Mario Dumont, Don Nacho, Luis Morales, Rafael Muñoz, Siboney, Frank Madera, y Xavier Cugat, con las cuales viajó a miles de escenarios por el mundo.

El coleccionista Juan Mora Bosch señala que Moneró marcó un cambio en el bolero ya que se tocaba el cubano y su voz de crooner modificó este ritmo.

De acuerdo a Javier Santiago, de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, queda en el recuerdo su aparición una noche de enero de 1938, con apenas 17 años, cantando "Noche de ronda" con la orquesta de Mario Dumont.

“Cuenta la historia que aquella noche en que se marcaba su debut profesional la gente lo aplaudió tanto en el Casino de Aibonito, que en cuestión de días tuvo un pasaje expreso para llegar al entonces Teatro Municipal, hoy Teatro Tapia, para debutar en la máxima sala de arte de nuestra Capital”, señala el periodista y coleccionista de música popular en el portal de Internet de la Fundación.

Del Tapia pasó al entonces lujoso y exclusivo Hotel Condado Vanderbilt y siguió ganando popularidad con las orquestas de Luis Morales, La Tropicana y Pepito Torres, y la inolvidable Siboney.

"En aquellos tiempos me pagaban $12 semanales, de los cuales me quedaban seis después de pagar la pensión en la que vivía en el Viejo San Juan", citó Santiago de Moneró. "Aquellos bailes eran matadores. Teníamos que tocar todos los días desde las nueve de la noche hasta que se fuera el último cliente".

Aquellos eran tiempos de guerra, de escasez y adversidad, donde el arte florecía en cada esquina y Puerto Rico exportaba su música al Caribe. Cada cantante era dueño de su propio estilo en la música y Moneró tenía un espacio muy particular dentro de nuestra cultura popular, según Santiago.

Gran legado de  grabaciones

Entre los temas conocidos de Moneró figura "Di, corazón", "Enojo", "Caminos de ayer", "Muñequita linda", "Espérame en el cielo", de la era de la orquesta de Rafael Muñoz, de la década del 40.

Después de ser reclutado por la orquesta de Xavier Cougat, grabó los discos "José Luis Moneró Sings", "Doce canciones y un millón de recuerdos", "Una noche en el Escambrón", considerados clásicos de la discografía caribeña, según Santiago.

La fama tuvo su precio y Moneró tuvo que combatir el alcoholismo, y se casó ocho veces, según López, pero ganó dejó la bebida y continuó trabajando hasta que enfermó casi hacia el final. Después de andar el mundo entero y compartir escenarios con los artistas más famosos, concluyó una vida productiva y aprovechada hasta el máximo, acompañado de su esposa Teresa en Caguas.

 José Luis Moneró con la Super Orquesta Original interpreta "Inolvidable".

Tres días de duelo

El Gobernador de Puerto Rico declaró tres días de duelo por la muerte del cantante José Luis Moneró.

“Puerto Rico ha perdido un gran talento, y siempre será recordado por su gran carrera en y fuera de Puerto Rico. El talento de Moneró siempre fue y seguirá siendo admirado por todos los puertorriqueños y del mismo modo sus melodiosas canciones siempre estarán presentes”, expresó el Gobernador en un comunicado de prensa.

Fortuño concluyó que, “mis condolencias a sus familiares y amigos, ante esta gran pérdida. Ofrezco mis oraciones para que el señor le brinde la paz, el consuelo y la fortaleza necesaria ante este momento de dolor. Que descanse en paz”.

Por otra parte, el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz,  expresó a nombre de la cámara alta  que se unían a la pena que embarga al pueblo, "pero muy en especial a su esposa Tere Haddock, sus familiares, amigos y personas cercanas. Sabemos que desde los cielos el Padre Celestial les dará la fortaleza y paz necesaria para superar y sobrellevar tan lamentable momento. ¡Que descanse en paz José Luis Monero!”

 “La vida de José Luis al igual que su música siempre quedarán impregnadas en nuestros corazones y vidas. Es muy lamentable el deceso de este gran cantante que desarrolló su talento al máximo y nos deleitó con tan melodiosas canciones", declaró el líder senatorial.

 Moneró falleció anoche  en el asilo municipal Ángel Rivera del barrio Tomás de Castro II en Caguas, según Rivera Schatz.

Por su parte, la presidenta de la Cámara, Jenniffer González Colón, expresó hoy su pesar por la lamentable pérdida del cantante puertorriqueño José Luis Moneró, mejor conocido como el Príncipe del Bolero.  

“Moneró fue una gloria musical para Puerto Rico, destacado bolerista, que durante su larga trayectoria artística y con su melodiosa voz conquistó al público, no sólo de la Isla, sino de Europa, África y América”, dijo González Colón en una comunicación escrita.
 
“Como admiradora de su música y su talento, puedo asegurar que su pérdida produce un gran vacío en nuestro pentagrama musical”, añadió la Presidenta de la Cámara.
 
Entre los clásicos más recordados interpretados por Moneró figuran “Doce Canciones y un Millón de Recuerdos”, “Una Noche en el Escambrón” y “Muñequita Linda”, entre otros.
 
González Colón extendió sus condolencias a los familiares de Moneró quien  falleció hoy, a los 89 años.

"Hoy muere una parte de la historia de la música popular de este país, tuvo un carrera larga, exitosa, intachable y fiel a su música. Trabajé con él varias veces, mis condolencias a toda su familia”, expresó por su parte el caballero de la salsa, Gilbertito Santa Rosa.

Moneró nació el 6 de abril de 1921 en Juncos y murió a los 90 años en un hogar de convalecencia en Caguas, después de varias complicaciones de salud.  Había sido hospitalizado el año pasado por una afección pulmonar.

Ahora le sobrevive su esposa Tere Haddock, varios hijos y múltiples seguidores.

Caguas está de luto

El Municipio Autónomo de Caguas "está de luto tras el fallecimiento hoy en horas de la mañana del músico y cantante José Luis Moneró, una de lás máximas glorias del pentagrama musical borincano", dijo al alcalde William Miranda Torres.

"El escenario musical puertorriqueño ha tenido una gran pérdida con la muerte del cagüeño por adopción, don José Luis Moneró. A su viuda, Tere Hadock, a sus hijos, a sus compañeros artistas, a este pueblo que se deleitó con su música y con su voz sonora, un abrazo sensible lleno de solidaridad y de cariño en estos momentos tan tristes. Figuras como Moneró no mueren, su trabajo incansable, su prestigio profesional y, sobretodo sus canciones perdurarán por siempre en el cariño de su gente.  Todo el pueblo será bienvenido mañana en el Centro de Bellas Artes de Caguas, a partir de las 10:00 de la mañana".

El velatorio, a efectuarse mañana en la Sala José Luis Moneró del Centro de Bellas Artes de Caguas (tercer piso), se prolongará hasta las 4:30 p.m., hora en que los restos mortales del artista serán trasladados a la Catedral Dulce Nombre de Jesús de Caguas, en donde se oficiará una misa por el descanso eterno de su alma.

Moneró, conocido también como el Príncipe de la Canción Antillana, durante los últimos años ofreció talleres de autoestima y capacitación a los recursos artísticos del Municipio Autónomo de Caguas, además de amenizar diversas actividades culturales, como la Retreta Dominical que se celebra una vez al mes en la Plaza Santiago R. Palmer, en Caguas.