Es una exitosa cantante solista, madre de familia y ocupa, desde hace décadas, un lugar de privilegio dentro de la música gracias a su paso por Black Eyed Peas. Sin embargo, hubo un tiempo en el que Fergie no la pasó nada bien... Según reveló en una reciente entrevista, antes de ser famosa y de formar el exitoso grupo de hip hop, su adicción a la metanfetamina de cristal la hizo vivir oscuros momentos.

La cantante reveló cuál fue el punto en el que se dio cuenta de que debía cambiar sus hábitos si no quería terminar internada en una institución psiquiátrica de por vida. Una tarde, estaba convencida de que la perseguían agentes de la CIA, del FBI y de SWAT y decidió entrar a una iglesia para pedir ayuda. "Ellos trataron de sacarme, porque me estaba moviendo entre los pasillos de manera alocada. Yo pensaba que había una cámara infrarroja en la iglesia, tratando de escanear mi cuerpo. Salté por el altar mientras dos personas me perseguían", comenzó su relato.

A partir de ese momento, decidió cambiar su vida. Hoy reconoce que las drogas "eran algo muy divertido...hasta que dejaron de serlo", y agradece haber pasado por esas situaciones, que con el tiempo lograron fortalecerla.