Fundación de Juanes lanza al mercado nueva colección de camisetas

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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La Fundación Mi Sangre, creada por el cantautor colombiano Juanes, lanzó al mercado una nueva colección de camisetas para financiar sus programas en favor de víctimas de minas antipersona y de niños sin acceso a la escuela, dijeron hoy en Medellín fuentes de la organización no gubernamental (ONG).
"Nuestro derecho a vivir en paz" es el lema de la serie, que está compuesta por seis modelos, dos de ellos exclusivos para la mujer, precisaron a Efe portavoces de la entidad privada.
La colección está "dirigida a un público joven y a todo aquel que se sienta parte de la movilización hacia la paz", añadieron las fuentes, e indicaron que "ha sido inspirada en las tendencias de moda de los (años) 80 (del siglo pasado)" y para ella "se tomó la paz como símbolo, mostrándola de una manera alegre y colorida".
La ONG informó que las camisetas, en seis colores diferentes, tienen un valor unitario de $15.13 y que desde este jueves están a la venta en sucursales de la cadena de almacenes por departamento Éxito en Bogotá, Medellín, Pereira, Bucaramanga y Barranquilla.
Esta colección es la tercera que la Fundación Mi Sangre pone en el mercado como medio para financiar en parte los dos programas básicos de la ONG, que son la atención de supervivientes de accidentes con minas antipersona y municiones sin explotar, y la educación previa de niños y niñas de hasta 6 años de edad.
Las fuentes destacaron que Mi Sangre invertirá este año casi $1.48 millones en ambas iniciativas.
Los beneficiarios son o serán unas 512 víctimas de accidentes con artefactos explosivos, 310 discapacitados por la misma causa y 42,462 niños y niñas en situación de pobreza.
El autor de canciones como "Camisa negra", "Mi sangre" o "A Dios le pido", que es oriundo de la ciudad de Medellín, ha dado preferencia desde su Fundación a los colombianos afectados por minas antipersona o municiones sin explotar.
Colombia es el único país de América en el que se mantiene la siembra de estas armas no convencionales, siempre por los grupos armados ilegales implicados en el conflicto interno.