Solo usa su automóvil si no le queda otro remedio. El cantautor boricua Glenn Monroig no tiene ningún problema en vestirse con chaqueta y corbata, montarse en su motora y llegar a su destino final.

El artista corre motora desde jovencito. De hecho, su primera moto se le regaló su padre, el fenecido cantante puertorriqueño Gilberto Monroig.

“Fue la motora El Tigre y fue en JC Penny”, recordó Glenn mientras sonreía con todo aquel que lo reconocía en un parquecito en Miramar, zona que describió como “una comunidad bien brava, bien chévere”. El intérprete reside en esta área desde agosto del año pasado junto con su esposa Sonia Rivera y sus hijas Jéssica, Sofía y la más pequeña, Salomé, quien ya tiene 10 años.

Así que, además de componer, cantar, ser padre, esposo y amigo, Glenn corre motora con el mayor gusto del mundo.

“En realidad, mi pasión son las bicicletas”, reveló la voz de Me dijeron en entrevista con Primera Hora.

Cuando el compositor vivía en la urbanización Bahía Vistamar, en Carolina, para la década de los 70, ya le daba duro al pedal “en un mini bike”, dijo el artista, quien aseguró sentirse bien de salud luego de pasar un susto en el 2012 con su corazón, cuando estuvo a punto de un infarto por tener las coronarias tapadas.

Pero, ¿cómo fue que el cantante desarrolló su gusto por los ciclomotores?

Para explicarlo, Glenn lo comparó con la pasión que puede sentir un niño por los superhéroes.

“Cuando era chiquito, me volvía loco con los Marvel Superheroes, con los cómics. Me gustaban las botas de ellos, fingía los personajes… Un día me compré unas Pumas bien bravas. Llegaron, abrí la caja y cuando las vi, me acordé de las botas de los superhéroes que yo improvisaba cuando era pequeño, con medias negras largas. Cuando me pongo mi jacket, las hombreras, el casco, ya me siento superhéroe. Eso siempre está ahí”, compartió con la emoción de un niño.

El intérprete de Por siempre posee una guagua, aunque en estos momentos el vehículo se encuentra en reparación en un taller. Pero solo hace uso del auto cuando tiene que, por ejemplo, llevar a su niña Salomé a sus clases de gimnasia.

El vocalista posee un modelo Ducati que adquirió de segundas manos.

“¡Ese tanque se llena con ocho dólares!”, expresó destacando lo mucho que se economiza en gasolina usando motora en comparación con un automóvil. Pero no todo ha sido color de rosa como motociclista. Hace 10 años, una tarde, mientras el cantante corría un modelo Suzuki Hayabusa en la Avenida de Diego, en Santurce, se dio tremenda escocotá. Afortunadamente, no hubo huesos rotos, sino más bien raspazos por varias partes del cuerpo.

“Cuando la luz se puso verde, arranqué, iba a meterme en el túnel de Minillas y la goma de atrás se trancó. ¡Me salvaron los drones de Pesquera! Luego de ese incidente, dejé de correr por un tiempo, pero luego me embollé otra vez. Esa motora, la Suzuki Hayabusa, parece una avispa. Le decían el sarcófago con ruedas”, bromeó el vocalista, quien a lo largo su vida ha tenido al menos seis modelos diferentes de motoras.

La sensación que dice experimentar cuando corre una motora es muy agradable, pero también se trata de un medio de transportación que exige mucha prudencia y disciplina.

“La clave es estar pendiente al escenario, estar pendiente de lo que pasa, mirando pa’ lante, mirando la carretera, pendiente a lo que uno está haciendo”, reiteró el músico y arreglista de 57 años de edad.

Glenn aseguró que el porcentaje de accidentes en motocicletas e incluso en bicicletas “es mucho menor de lo que la gente piensa”.

“Lo que más se vende es el morbo y lamentablemente eso es lo que se ha vendido, pero el porcentaje (de accidentes) no es tan grande nada”, destacó el solista, quien este año cumplirá 40 años de trayectoria artística.

Celebrará en grande

Para conmemorar su aniversario musical, Glenn ha preparado un concierto en el que se hará acompañar de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Puerto Rico, integrada por jóvenes entre 16 a 24 años.

El espectáculo se llevará a cabo el domingo, 23 de marzo, en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, en San Juan.

“La Sinfónica Juvenil es producto de la labor maravillosa que hace María del Carmen Gil, quien fuera rectora del Conservatorio de Música por 15 años. De hecho, ella fue quien trasladó el Conservatorio a Santurce. Es una gran pianista y mejor ser humano”, la exaltó el intérprete.

En esta celebración, Glenn interpretará sus éxitos con un toque sinfónico. Los boletos del show ya están a la venta en Ticket Center y en el CBA.