Si se fuera a resumir la vida de Guillermo Álvarez Guedes, el resultado principal sería la risa, pues fue lo que el comediante repartió por doquier a todos los que lo rodeaban.

Álvarez Guedes se dio a conocer en el público latinoamericano por sus chistes, que por más malas palabras que utilizara, no pasaban de ser una comedia sana.

El comediante, que nació en Cuba para el año 1927, dedicó la mayor parte de su vida al entretenimiento, destacándose así desde muy temprana edad en circos, teatros, pero sobre todo, llenando de carcajadas a sus amigos.

Fue así como dio sus primeros pasos como comediante profesional en la radio, en donde dramatizó varios programas dedicados a la comedia. Poco tiempo después, se traslada a la televisión en donde su fama incrementó grandemente.

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Fue en el programa Aquí está Álvarez Guedes que se popularizó y logró que su nombre corriera de boca en boca como si fuese un chiste.

Su nivel de alegría no podía concentrarse en un solo medio, así que el cubano exiliado en Miami, se dedicó a contagiar con risa también desde la lectura, con varios libros de su autoría, la actuación y hasta grabando discos.

Estando en este ambiente de casas disqueras y estudios de audio es que próximamente se le vinculó con la orquesta de El Gran Combo. Hasta el momento, muchos aseguran que éste le debe su nombre al comediante.

En el cine también dejó su legado con memorables películas como lo son Dios te salve psiquiatra y A mí que me importa que explote Miami. Siendo un cubano exiliado precisamente de Miami, se destacó además por sus chistes alusivos al “cubaneo”.

Álvarez Guedes murió a sus 86 años luego de haber permanecido hospitalizado por varias semanas en Kendall, aunque sus chistes tendrán larga vida.

Ganó fama con sus chistes con los que se burlaba del llamado “cubaneo” y por su inclusion de palabras obscenas en los mismos.