LLEGÓ al hospital para un examen rutinario, previo a su trasplante de corazón, y terminó seis días en la unidad de cuidados intensivos del Columbia Presbyterian Hospital, en el alto Manhattan, de la ciudad de Nueva York.

Éste es el más reciente capítulo del drama que le ha tocado vivir al salsero Héctor Tricoche, quien espera por una compleja cirugía para poder salvar su vida.

El artista ha enfrentado con valentía y optimismo, no obstante, esta nueva crisis de salud, según su esposa, la abogada Marcia Tricoche, quien desmiente que a su esposo se le haya descubierto un tumor canceroso, como trascendió recientemente en la Isla.

“Lo llevé al hospital para hacerle unos exámenes que requiere el equipo de trasplantes previo a ponerlo en la lista de espera para recibir ese órgano mediante una donación”, explicó.

En medio del protocolo, al salsero le encontraron un absceso donde tiene conectada la válvula que le insertaron durante una primera operación de corazón abierto -ya ha enfrentado dos intervenciones de tal magnitud- y los médicos que lo atienden se alarmaron.

“Era un saco de pus, lo que indicaba que tenía una peligrosa infección en el área. Eso provocó que la válvula se saliera de su lugar, lo que complicó su cuadro clínico, que es de por sí bastante delicado”, comunicó Marcia.

De primera intención, los doctores contemplaron someter al paciente a una nueva operación. Pero antes, optaron por realizarle nuevos análisis.

Vía telefónica desde la ciudad de Nueva York, la abogada mencionó que sería hoy, viernes, cuando los médicos tomarán una decisión sobre el procedimiento a seguir.

“Según me indicó la doctora, que consultó con un cirujano, hay tres opciones. O lo mandan para la casa con ese absceso, con medicamentos para combatir lo que puede ser una infección, aunque no hay síntomas, como fiebre, por ejemplo. Eso para mí es una locura, pero no voy a protestar hasta que me digan a qué conclusión llegarán. (O) lo someten a una nueva operación de corazón abierto para reemplazar la válvula ya existente, o le quitan la válvula mecánica que ya tiene, le tapan el hueco que dejaría y en su lugar le insertan un corazón artificial que haga las funciones de una pompa para que haga el trabajo de su corazón”, describió la mujer, quien no pierde la fe en que “Dios hará un milagro con mi esposo”.

En ese sentido, más que donativos de dinero a la cuenta bancaria que han abierto en Puerto Rico para sufragar los altísimos gastos médicos, lo que pide esta familia es “oración, que lo recuerden en sus rezos y oraciones para que pronto aparezca un donante y Héctor pueda levantarse de la cama con fuerzas renovadas”, dijo en tono de súplica.

A pesar de la crisis que la mantiene en vilo, Marcia Tricoche se aferra a su convicción de que todo este proceso transcurra con rapidez. Y confía en que hoy su esposo entre en la lista de espera para recibir su trasplante de corazón.

Héctor Tricoche, aseguró su compañera, ha enfrentado el proceso con mucha tranquilidad y confianza, “aunque no ha sido fácil, pues de venir al hospital para unos exámenes, a que se hable de una nueva operación de corazón abierto va un gran trecho”.

Ante toda la incertidumbre, el matrimonio está feliz por el onomástico de sus hijas.

“Nuestras gemelas cumplirán su primer añito este próximo 10 de agosto y confiamos en que podremos celebrar en nuestro hogar. Están tan preciosas y han crecido tanto en los últimos meses...”, dice Marcia en referencia a Victoria Noel y Patricia Noel, procreadas en su matrimonio con el destacado intérprete de salsa.