En un relato conmovedor -en el que a veces su voz era ahogada por el llanto- Melanie Figueroa, la segunda de las hijas del actor, Pedro Juan Figueroa, recordaba cómo fueronn los últimos meses de su padre luego de que le descubrieran cáncer en el páncreas.

“Fue bien difícil porque cuando lo trajimos de Orlando ya en el hospital en la Florida nos dijeron que no se podía hacer más nada. La segunda alternativa que teníamos era un tratamiento con una clínica en Puerto Rico que trata medicina alternativa, que han atendido a la hija de Olga Tañón y Robi Rosa, pero papi ya estaba bien malito. En el Auxilio Mutuo lo recibieron, lo estabilizaron y lo dieron de alta. En la casa se puso mal de nuevo y al llamar la ambulancia lo llevó a San Pablo donde nos trataron muy bien. Sin embargo, ya estaba teniendo problemas de respiración, se le hacía bien difícil respirar, se intentó todo, hasta que se decidió entubarlo y pasarlo a intensivo. Él se nos fue una vez y lo lograron revivir, pero el doctor nos informó que papi estaba sufriendo demasiado. Su cáncer estaba completamente regado y se nos fue”, narró.

Hasta el día de su partida, el pasado viernes, sus hijas no pudieron hablar de la condición de su padre por mandato de él.

El galán murió a los 66 años en el hospital San Pablo de Bayamón donde había sido trasladado en una ambulancia aérea desde Orlando, Florida, primero al hospital al Auxilio Mutuo. 

Su prole estuvo con él hasta que dio su último aliento.

“Lo vi yéndose, le dimos las gracias y le dijimos que se fuera tranquilo… Fue bien fuerte verlo entubado y que no pudiera decirnos nada”, contó Melanie quien indicó que su padre le pidió mantener silencio sobre su enfermedad. “No quería que le cogieran pena”.

El productor pidió a sus cuatro hijos, Marluán, Melanie, Marlene, y Emilio de 11 años, que no quería que lo velaran con la caja abierta. Así se cumplió junto a su ataúd hay una pintura en que Pedro Juan estaba vestido de coronel que fue parte del decorado de una de sus tantas novelas que realizó. También se exhibían otras fotos más recientes, y una pantalla con escenas de su última película, “Mi abuelo se quiere casar”.

“Él quería que lo cremaran. El cáncer a papi lo deterioró demasiado en muy poco tiempo y él no quería que lo vieran así, quería que lo recordaran como él era, un hombre bello y alegre… Papi era otra cosa. Él siempre estaba para el pueblo, nunca decía que no a nada, siempre estaba para el pueblo, nunca decía que no a nada, era el mejor padre, adoraba a sus nietos de quien fue como un papá para los nenes de Marluan porque el papá de ellos murió”.

Compartió también Melanie que a su padre le afectó además el verse incapacitado para trabajar.

“Él siempre estaba buscándoselas y si no había se las inventaba, no podía estar encerrado, y el verse que ya tenía que estar de cama, que se le hacía difícil caminar cayó en una depresión bien grande”.

Al protagonista de muchas novelas se le descubrió el cáncer después de operarlo de la vesícula.

“Fue de casualidad, porque cuando le hicieron la operación de la vesícula él siguió sintiéndose mal y no se notaba ningún tipo de recuperación. Los doctores no encontraban la razón hasta que nosotras lo vimos ponerse amarillo y no dejaba de quejarse y un doctor decidió abrirlo, le hicieron una exploratoria hasta dar con el tumor. No pudieron operarlo porque el tumor estaba pegado a una vena aorta y se podía morir. Así que decidieron empezar con el tratamiento de quimioterapia el 24 de diciembre, tomó siete tratamientos y dijo que no quería coger más. Nos lo llevamos para Orlando, tuvo que ser hospitalizado, pero nos dijeron que no se podía hacer nada”.

Melanie agradeció a todo el que les ayudó económicamente a través de las cuentas que tuvieron en Go FundMe que ya se cerró, y la de First Bank (#2508003014) continuará abierta para quien desee hacer su contribución pues aún quedan muchos pagos pendientes por hacer.