En un día tan especial como el ¨Viernes Santo¨ partió al jardín de la otra orilla la famosa maquillista Carmen Andino. La noticia fue muy triste. Carmen era querida, admirada y recordada. Una mujer que no podías ignorar y que con su ingenio, chispa y anécdotas podía ser el alma de cualquier escenario. La recuerdo desde siempre. Wapa Televisión fue su casa por décadas y sus cuentos y experiencias bien podrían estar conservadas en un libro que cuente las páginas de su vida o de la historia de la televisión y las artes en nuestro país. Fue la primera maquillista que estudió en la Max Factor en Hollywood al comienzo de la televisión. Fue amiga de Sylvia Rexach y otras grandes figuras del teatro, la música y el arte en general.

Sus maquillajes con efectos especiales eran impresionantes. La recordamos caracterizando a José Miguel Agrelot como ¨el padrino¨ en “Jaja, jiji, jojo con Agrelot”. De igual forma creo un maquillaje especial para Gladys Rodríguez quien tenía que lucir desfigurada en la telenovela Mami Santa de producciones Tommy Muñiz.  Lo hizo a base de avena para que el rostro de la actriz no sufriera con los químicos y productos que irritaban su piel. Siempre estaba disponible para ayudar y trabajar con los productores boricuas en cualquier producción. Era simpática, sencilla y con un sentido del humor inigualable. Una amiga fiel que a su vez creó muchas de las frases que se convirtieron en éxito en comediantes como Agrelot y Víctor Alicea.  Algunas como ¡Qué fenómeno!, ¡Por mucho que brinque el grillo nunca será maromero!, ¡Muy amiga mía! ¡Y que a mí!, ¡Soy maquillista no cirujana plástica!,  y muchas más, fueron producto de esa capacidad creativa.

Se las cantaba como las veía a cualquiera. Ya fuera un cantante, un actor o un presidente del canal, Carmen no mentía, hablaba de frente y fue una defensora de la unión y una empleada de primera en su unidad apropiada. De su libro de anécdotas les voy a contar tres para que vean las ocurrencias de ¨la Andino¨. Llega una actriz y le dice: ¨bueno Carmen bótate que hoy voy de prostituta en la novela¨, a lo que Carmen le contesta ‘ah bueno mija, en tu caso, un poco de polvo y quedas lista’. En otra ocasión una importante actriz que se había peleado con ella no quería que Carmen la maquillara. Carmen le advirtió que era una profesional y que allí no maquillaba nadie más que ella. La actriz le dijo que la maquillara a ver si era tan profesional como decía. Carmen se esmeró, la actriz celebró el maquillaje y le reconoció que realmente era una profesional. Antes de irse a grabar Carmen le colocó las pestañas al revés y por más hermosa que estaba la actriz, en cámara lucía como si estuviera bebida. Pero claro, había la confianza entre ellas como para tolerarse una broma de esa magnitud. Y por último, la primera vez que me maquilló a mí me dijo : ¨Nene, serás artista porque yo no maquillo a gente sin talento¨

Es imposible no sentir la tristeza de su ausencia. Pero hay tantas formas de recordarla con alegría. Fue maquillista de importantes películas realizadas en Puerto Rico. Fue un ser noble, una madre de primera que tuvo que superar la muerte de su hijo y seguir adelante. Fue amiga, confidente, consejera y luchadora. Ojalá que en algún momento el salón de maquillaje de Wapa Televisión lleve su nombre. Si es que ya no lo tiene. Adiós querida Carmen.