MIAMI. El dúo de música urbana Gente de Zona fue excluido de un concierto de fin de año en Miami. La cantante Haila fue declarada persona non grata y su actuación en un club privado cancelada. Igual les sucedió a Jacob Forever y El Micha en la vecina ciudad de Hialeah.

Todos tienen algo en común: son artistas cubanos que han expresado su apoyo al gobierno de la isla o no lo han criticado.

En momentos en que el presidente Donald Trump endurece el embargo comercial a Cuba, algunos miembros de la comunidad cubano-estadounidense más numerosa de Estados Unidos fomentan nuevamente una política cultural de mano dura contra artistas cubanos que consideran favorables hacia el gobierno de la isla.

El apoyo a una política de restricciones y sanciones hacia la isla entre los cerca de 1.2 millones de cubanos que viven en el sur de la Florida podría influenciar la elección presidencial de 2020. En parte por la posición anticomunista, los cubanos-estadounidenses han respaldado históricamente al Partido Republicano en un estado indeciso como la Florida.

Aunque algunas encuestas de los últimos años han mostrado que se ha debilitado el respaldo al embargo entre los miembros de la comunidad cubana del sur de la Florida, algunos observadores señalan que los intentos de Trump de ahogar económicamente a Cuba han envalentonado a activistas que quieren más sanciones para el gobierno cubano en espera de generar un cambio en la isla.

Uno de esos activistas es Alex Otaola, un actor cubano de 40 años que desde su programa televisivo diario transmitido en YouTube, Facebook e Instagram ha convocado a numerosas protestas y cancelaciones de conciertos, entre ellas las de Gente de Zona y la cantante Haila María Mompié.

Gente de Zona fue excluido de un concierto en un parque público de Miami por su presunta cercanía con el gobierno cubano después de que el dúo pidió aplausos para Miguel Díaz-Canel y lo llamó “nuestro presidente” en una actuación en La Habana en 2018. Mompié ha cantado en actos políticos en Cuba y en un concierto en 2010 elogió y besó al líder revolucionario Fidel Castro.

“Estos son artistas que tienen una vinculación o una relación con la dictadura cubana, que sirven de instrumento a la dictadura”, expresó Alex Otaola, quien llegó a Miami en 2003. “Basta ya de la doble moral”, dijo refiriéndose a los músicos que defienden al gobierno comunista cubano y al mismo tiempo recaudan dólares en conciertos en Estados Unidos.

Algunos cubanos-estadounidenses entrevistados por la AP en Miami expresaron que no están de acuerdo con las restricciones culturales.

Carlos Nardo, un jubilado que llegó de Cuba en 1970 y nunca volvió a la isla, dijo que no apoyaba las cancelaciones de conciertos y protestas contra los artistas.

“Es arte, son artistas”, dijo Nardo. “Si están en contra (de los conciertos) que no vayan a verlos”.

Pero otros aseguraron que respaldan las cancelaciones de espectáculos que podrían privar de ingresos al gobierno cubano.

“Esa gente no viene a cantar”, dijo Carlos Fernández, un jubilado de 65 años que llegó a Miami en 1980. “Esta gente viene a ayudar al gobierno de allá”.

Desde que asumió el poder en enero de 2017, Trump ha impuesto nuevamente sanciones y restricciones reclamadas por los sectores más conservadores del exilio cubano de Miami, un grupo pequeño pero influyente en la política local y codiciado por políticos que buscan sus votos.

El concierto de Gente de Zona estaba organizado por el artista y empresario cubano-estadounidense Pitbull y fue criticado por reconocidos colegas del exilio cubano, entre ellos Willy Chirino y Arturo Sandoval. El dúo fue excluido después que el alcalde republicano de Miami, Francis Suárez, pidió a los organizadores que lo quitaran.

“Hay que entender que un artista que se pronuncia a favor del comunismo o le da credibilidad al comunismo es considerado persona no grata”, expresó Suárez, en una breve declaración escrita enviada a AP. “No se trata de intolerancia o censura, se trata de respeto y reconocer la historia mortífera del comunismo, especialmente en Cuba”, manifestó.

La ciudad de Hialeah, con una numerosa comunidad cubana y a unos pocos kilómetros al noroeste de Miami, canceló la presentación de los reguetoneros Jacob Forever, Señorita Dayana y El Micha en un concierto para celebrar el día de la independencia el 4 de julio. Los artistas suelen hacer presentaciones en la isla y son considerados cercanos al gobierno.

La legislatura de la ciudad de Miami, por su parte, aprobó en 2019 una resolución solicitándole al Congreso nacional que termine el intercambio cultural con los artistas provenientes de Cuba y el alcalde Suárez declaró persona no grata a Haila María Mompié.

“Hemos vuelto a la Guerra Fría”, dijo Andy Gómez, un analista político y exdirector del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Estadounidenses de la Universidad de Miami.

Dijo que gran parte de la ofensiva contra los artistas cubanos estaba relacionada con las elecciones de 2020, tanto locales como nacionales.

Los políticos locales “se están jugando a que aquellos que gritan y se apasionan por Trump van a ganar en noviembre”, manifestó.

En los años de la Guerra Fría, entre la década de 1970 y 1990, las presentaciones de artistas o películas cubanas en el sur de la Florida provocaron ataques con disparos y hasta amenazas de bomba.

Haila evitó pronunciarse, pero su hijo Haned Mota Mompié manifestó en Instagram que “es una gran falta de respeto cómo la política nos ha vuelto a nosotros los cubanos tan pequeños de mente y nos ha virado unos contra otros”.

Gente de Zona no respondió los pedidos de comentarios de The Associated Press.

El embajador de Cuba en Washington, José Ramón Cabañas, defendió a los artistas. “¿Terrorismo cultural? Políticos de Miami piden excluir a artistas de Cuba de un concierto local”, escribió Cabañas en Twitter al enterarse de que Gente de Zona no podía actuar.

El empresario de origen cubano Hugo Cancio trajo a los cantantes Silvio Rodríguez y Pablo Milanés a la Florida durante la presidencia de Barack Obama y se enfrentó con protestas principalmente de cubanos-estadounidenses que llegaron hace décadas, pero no tuvieron eco.

“Me parece un acto de total discriminación”, afirmó Cancio sobre las actuales cancelaciones de conciertos alentadas tanto por jóvenes como por personas mayores.

Están censurando artistas, consideró, “por el simple hecho de que el único delito que comete es pensar diferente y vivir en su país de origen”.