Ivonne Coll “americanizada” para ser puntual

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Ivonne Coll, quien se ha destacado a través de su carrera artística como modelo de alta costura, cantante y actriz, se considera puertorriqueña de pura cepa, aunque se siente “americanizada” tras 34 años radicada en Estados Unidos.
La artista, por cierto, se encuentra en Puerto Rico para protagonizar, por vez primera y en español, la obra Bodas de sangre, que estrena el 21 de octubre en el Centro de Bellas Artes de Caguas.
Y es que la veterana actriz sólo había pisado suelo boricua a principios de año para compartir con su madre, la renombrada estilista de la década de los 60 Rosita Mendoza, quien fue operada de corazón abierto.
Por otro lado, la veterana actriz, de 61 años de edad, recalca a Primera Hora que su americanización no es política, sino que se debe a que se ha autodisciplinado para ser más responsable en la sociedad estadounidense.
“Estoy aprendiendo a estar a tiempo en los sitios, no que estoy hecha una americana (en el sentido político). La americanización mía viene en términos de la disciplina que se aprende del sistema de allá. Estar a tiempo para tener respeto para las demás personas y con el tiempo de ellos también”, asegura con efusividad.
Además, coincide con la actitud del estadounidense de buscarles el lado positivo a las cosas en lugar de criticar o quejarse sin proponer una solución, como reconoce que suele hacer el boricua.
Agrega no coincidir con la actitud que asumen muchos puertorriqueños de que “por el coloniaje español piensan que lo de allá afuera es mejor que lo de acá, y no es así”.
En tanto, Ivonne Coll, quien hace 20 años reside en Hollywood, California, indica que por su experiencia no se puede ir allá con la idea de que se conseguirá trabajo rápido, porque si no “te desilusionas”.
“Es bien difícil para el latino allí y yo trabajo por virtud y gracia del Espíritu Santo, como quien dice, y por mis talentos y técnicas. Yo lo mismo te hago de guatemalteca que de alemana, rusa, francesa o italiana, aunque no he hecho de puertorriqueña”, dice.
Sólo en una ocasión ha realizado un personaje que se trate de una boricua, que fue para un cortometraje y para el que, asegura, se inspiró en Lolita Lebrón.
A esta histriónica natural de Fajardo le encantaría frecuentar más la Isla para enseñarles a los estudiantes de aquí lo aprendido a través de su carrera actoral en el suelo estadounidense, lo que no ha podido ser posible, no sólo por sus compromisos profesionales, sino por lo costoso que resulta para los productores viajar hasta acá.
“Más que por dinero, yo cuando vengo es porque quiero contribuir a mi país con lo que he aprendido allá afuera. Y dondequiera que uno esté tiene que traer lo aprendido para traer ideas nuevas”, sostiene.
Aunque se encuentra alejada de Puerto Rico desde 1975, se mantiene informada de lo que sucede en el país, como del reciente azote que ha sufrido la clase trabajadora del país tras los 16 mil despidos en el Gobierno, situación que ella lamenta.
“Esto es mundial y allá ha habido 30 mil personas despedidas en un mes y, en proporción a los cuatro millones de habitantes de aquí, eso es chocante, porque la clase trabajadora máxima es del Gobierno”, acota.
Para ella, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha buscado alternativas, a diferencia de lo que ha sucedido en Puerto Rico.
Como por ejemplo, que Obama, a las personas sancionadas, “les ha dado más beneficios en lo que se acomodan y les está dando dinero en otras áreas para que estudien y se eduquen en otras, cosa de que el trabajador no se queda guindando”.
“La planificación acá no fue la adecuada, al igual que lo ha hecho el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, que está matando a los trabajadores de allá, mientras el presidente de la nación está tratando de hacer otras cosas (al buscar soluciones)”, apunta la intérprete que se considera nacionalista.
Agrega que “es responsabilidad de cada gobernador tomar las riendas de proteger a sus ciudadanos. Pero, esto no pasa cuando hay una agenda republicana, capitalista, que está sólo interesada en que te las busques por tu cuenta, porque el Gobierno no te tiene que proteger. Aquí el pueblo no es lo primero, sino las posiciones políticas y las agendas de cada uno”.