Siempre la música fue su pasión; sin embargo, el derecho era una profesión que también le atraía a Jaime Barceló, quien, tras destacarse como vocalista de la banda León de Judá y luego como solista, decidió dejar de cantar para probar suerte como abogado criminalista.

De esa decisión no se arrepiente la voz de éxitos como Hello, Como un sueño, Tú me llevarás y Más allá porque, tras graduarsecum laude de Leyes de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana y aprobar la reválida de la primera ocasión en febrero de 2010, asegura a Primera Hora que le va muy bien y siente que “ésta es mi misión en la tierra”.

Su incursión al mundo de las leyes confiesa que se debió también a la experiencia que tuvo cuando en 2007 se vio involucrado en un caso en el que la Policía le ocupó una bolsa de marihuana mientras viajaba como pasajero junto con un amigo.

Para esa fecha, el ex vocalista salió airoso de ese caso de violación a la Ley de Tránsito y la de Sustancias Controladas luego que el Tribunal de Primera Instancia de Caguas fallara a su favor por las incongruencias en el testimonio del agente.

“El día que sucedió mi problema fue el día que yo pedí mi examen de Derecho. Los que tenemos un plan de Dios en nuestra espalda lo tenemos que seguir. Entrar a Derecho es mi misión de vida. La música quizá es más fácil de llevar, pero ahora es un llamado que sale dentro de mi corazón. Si hay algo en la vida que llena al hombre, es cumplir el plan que tiene en esta tierra”, dice con simpatía.

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El soltero de 33 años de edad confirma estar por el camino recto y recuerda que en 1999 tuvo que escoger entre la música o estudiar derecho, y optó por la primera. Pero el destino más tarde lo llevaría nuevamente por la vía de la justicia.

“Cuando terminé el primer disco de León de Judá, la primera semana de orientación coincidió con mi primera gira de 13 conciertos corridos que era en Panamá y Costa Rica, y tenía que tomar la decisión de si escogía eso, que era mi sueño, o me iba a estudiar derecho. Desde el aeropuerto, llamé al decano, le di las gracias por la oportunidad y le dije que iba a cantar”, narra.

Oriundo de Adjuntas, Jaime Barceló se siente bendecido porque cuenta con una sólida clientela y tiene oficinas en Guayama y San Juan.

Debido a que su base es cristiana y sus padres son pastores, Jaime Barceló sostiene que defender a criminales o personas involucradas en actos delictivos no va en contra de sus principios.

“Siempre hay gente que necesita una oportunidad y el mismo sistema de ley que te da 99 años te da una probatoria para tener una oportunidad. Estoy llamado para que la gente tenga una oportunidad en la vida, si no se lo merece, o el sistema se va a encargar de clavarlo, o yo no voy a coger el caso”, precisa.

No hay marcha atrás

El adjunteño que visita la iglesia Cruzada Evangélica Misionera, en Caimito –cuyo pastor es el juez Jorge Lucas Escribano– extraña el cariño del público, pero no contempla regresar a la palestra musical.

“Como músico ayudas a las masas, pero la música es una idea que tú plantas en la gente y ellos se la llevan y la pueden usar en sus familias y acercarse a Dios, pero en derecho ayudas a la gente y no la sueltas hasta que no la ayudas. Tú te puedes olvidar de un cantante, pero del abogado que te ayudó en un caso, jamás”, acota.

Reconoce, sin embargo, sentir la misma adrenalina cuando está litigando en la corte que le provocaba el público.

Cuenta que, cuando inició la abogacía, al vestirse en traje, lo curioso era que “todo el mundo me decía usted, pasando de ser el joven que cantaba al hombre del derecho”.

“Esto es una responsabilidad y cargué con la responsabilidad de León de Judá y ahora con la de abogado”, detalla al tiempo que indica que en la corte los jueces y colegas le tocan siempre el tema de la música.