Víctimas de actitudes racistas. Así reaccionó hoy el modelo y actor Julián Gil ante la posible remoción de la bandera boricua que pintó en su nuevo restaurante en Miami, La Placita, que ubica en una zona histórica.

Y es que, luego de haberla plasmado, residentes y propietarios de la zona le han pedido a la Junta de Preservación Histórica y Ambiental que se remueva, alegando que viola los códigos de MiMo Biscayne.

“Como puertorriqueño y latino hemos sido víctimas de un ataque sin escrúpulos en contra de nuestra comunidad con actitudes racistas”, le expresó Gil a Primera Hora en una comunicación enviada a través de su publicista Alberto Navarro.

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El actor se unió al renombrado chef José Mendín para hacer realidad un plan que se estuvo cuajando por 20 años. La pintura estuvo a cargo del muralista Héctor Collazo, quien ha pintado la bandera puertorriqueña en varios pueblos del País.

“Esta obra de arte, la cual es parte de la fachada de La Placita, se realizó con todos los permisos en regla, los cuales fueron otorgados por la Ciudad de Miami”, explicó.

No obstante, residentes y comerciantes del lugar le explicaron al Miami Herald que el permiso que poseen debe ser posterior al aval de la junta de preservación.

Harán todo lo posible

Gil aseguró que intentará a toda costa de que la bandera, que tuvo un costo de unos $25,000, permanezca en su restaurante, el cual a pesar de tener programado su apertura ayer, viernes, la misma fue aplazada.

“La diáspora puertorriqueña se siente muy indignada por las actitudes racistas de borrar nuestra bandera. Haremos todo lo que esté en nuestro alcance para defender la monoestrellada y evitar que la quiten #NoBorresMiBandera”, indicó.

Los medios locales han reseñado, sin embargo, que tanto el CEO de La Placita, Joey Cancel, como la presidenta de la Asociación MiMo Biscayne, Alisa Cepda, estarían de acuerdo en llegar a un consenso por el bien de todos.

Ambos bandos tienen 30 días para resolver el conflicto, de acuerdo a la portavoz de la ciudad, Stephanie Severino.