Tras la publicación de imágenes recientes en sus redes sociales, la presentadora y cantante Kelly Osbourne ha recibido una oleada de críticas por su notable pérdida de peso.

La artista, de 41 años, no obstante se defendió de quienes cuestionan las razones detrás de su transformación física.

En redes sociales, Osbourne criticó duramente a quienes aseguran que su cambio se debe a medicamentos como Ozempic o a cirugías estéticas faciales. En un video publicado en los “stories” de Instagram pidió a sus detractores “que se callaran”, subrayando que no le debe explicaciones a nadie sobre su cuerpo.

Explicó que su proceso comenzó en 2020, cuando se sometió a una cirugía bariátrica tipo “sleeve”. Desde entonces, complementó el procedimiento con una estricta rutina de ejercicio, cambios en su alimentación y sesiones de terapia para abordar problemas de alimentación emocional.

Osbourne también señaló que durante años enfrentó más rechazo por su peso que por sus pasadas batallas con el alcohol y las drogas, calificando la presión pública como un reflejo de la “gordofobia” en la industria del entretenimiento.

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“Mi transformación no es un truco ni una moda. Ha sido un proceso largo, difícil y profundamente personal”, dijo.

En julio de este año, su famoso padre -el cantante Ozzy Osbourne- falleció.

La ciudad del ícono del heavy metal lo honró entre lágrimas y gritos de “¡Ozzy, Ozzy, Ozzy!”.