Apenas cumple un mes de mudarse a la ciudad de Los Ángeles, en California, y en el momento en que la puertorriqueña Kiara Liz Ortega conversaba con este diario el pasado jueves, sabía que la noche sería larga, pues tenía un llamado a grabar una breve participación para una película de la que aún no estaba autorizada a anticipar detalles.

Se limitó a decir que sería un trabajo con un elenco y director reconocidos. “Es un personaje pequeño; es una oportunidad que se dio esta misma semana. Es solo un día, pero estoy muy concentrada en hacer, no tanto la cantidad de trabajo, sino con gente que admiro muchísimo”, comentó sin especificar. Agregó que estaría al lado de una actriz latina que le inspira.

Este movimievo hacia la meca del cine y la televisión estadounidense es la realización de una meta profesional que la artista comenzó a soñar desde el momento en que escuchó a la coterránea Roselyn Sánchez hablar sobre su proceso hasta consolidarse como actriz y productora. Kiara tenía entonces 13 años y asistía a una clase de actuación. Lejos estaba, inclusive, su anhelo de ser reina de belleza, lo que concretó al coronarse Miss Universe Puerto Rico en el 2018.

“A mí me encantó y me cambió la vida”, compartió. “Verla a ella hablar sobre un sueño y sobre algo que ella no conocía y algo que persiguió, lo trabajó y lo logró, me dio la motivación a mí para, a muy temprana edad, soñar que podía hacer lo mismo”.

A medida que fui haciendo cosas en mi carrera y que fui viajando para trabajar en Miami, México, pues sentí que me faltaba esa parte de Los Ángeles, más cuando me fui dando cuenta de que mi pasión es la actuación”

-Kiara Liz Ortega, actriz y presentadora

Ortega, de 28 años, camina hacia una búsqueda de personajes que la reten, que le permitan jugar y explorar nuevas identidades, géneros y matices, hasta lograr la versatilidad que admira de la actriz Zoe Saldaña (Avatar, The Way Of Water; From Scratch). “Trabajar con directores, tanto de televisión como de cine, que llevan una trayectoria, o que hayan hecho trabajos que admire; compañeros actores con los que quisiera trabajar. Ese es mi norte, no tanto cine o televisión, sino más bien esa experiencia y qué tan enriquecedora pueda ser”, detalló.

El viaje a Los Ángeles lo decidió la primera semana de febrero y dos semanas más tarde hizo una parada en Miami, Florida, a recoger unas pertenencias que tenía guardadas, y seguido tomó la carretera 10 hasta llegar a la ciudad que ahora es su casa.

Es consciente de que se se suma a una batallón de talentos que llegan con sus mismas aspiraciones a participar de decenas, sino de cientos de audiciones, presenciales o virtuales, y esa quizás es la etapa más dura, sobre todo por la incertidumbre que supone. “Creo que tengo que empezar desde lo más básico. Ahora mismo estoy concentrada en eso. No vine aquí pensando que por la experiencia que ya he tenido en el cine, en televisión (La mujer del diablo, Panamá, La mente, ¿Quién es la máscara?), ya se me va a hacer el camino más fácil, al contrario, siento que se me va a hacer más difícil y por eso es que estoy empezando por lo básico”, afirmó.

El traslado a Los Ángeles, California, se convirtió en una aventura, pues viajó en un vehículo desde Miami, Florida.
El traslado a Los Ángeles, California, se convirtió en una aventura, pues viajó en un vehículo desde Miami, Florida. (Suministrada (Sarah Orbanić))

Una reafirmación de que había llegado al lugar indicado, contó, la tuvo el mismo día en que llegó. Salió a cenar con su amigo maquillista Paul Anthony García y un presunto productor se le acercó a él, interesado en tenerla en una película por considerarla ideal para uno de los roles. En principio creyeron que era una broma, o una falsedad, pero indicó que pudieron corroborar la identidad. “No pudimos llegar a nada, pero tener esa experiencia de que ese primer día, alguien se acerca ofreciéndome un trabajo, fue la confirmación de que estoy donde tengo que estar”, puntualizó.

Los trabajos que ha realizado no han estado exentos de atestiguar los estereotipos en torno a las mujeres actrices latinas, particularmente puertorriqueñas. Lo lamentable, según se percibió de sus palabras, es haberlo experimentado más en territorio latino, específicamente en México. “Creo que hay muchos estereotipos que tenemos que romper”, apuntó. “Siento que ahora mismo con esto de ser inclusivo, todas las producciones, están, ‘ok, tenemos que tener a un latino, tenemos que tener a un afroamericano, entonces a veces por llenar esos espacios, no ven otras opciones, no contemplan tener uno o más personajes latinos, porque algunos quieren simplemente poner el check mark”, sostuvo.

Ortega no llegó con las manos vacías a la costa oeste de Estados Unidos. Próximamente estrena la octava temporada de la galardonada serie “The Bay”, en la que interpreta a una periodista puertorriqueña. La serie es dirigida por Gregori J. Martin y ella pasó de ser una actriz invitada, a una regular dentro del elenco. Paralelamente prepara el lanzamiento de una línea de ropa femenina con su nombre que presentará desde Puerto Rico, donde espera cumplir otro sueño: actuar en un filme cuyos créditos griten ¡boricua!