Seguramente escuchó titulares sobre las operaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en ciudades como Los Ángeles.

Sin embargo, lo que generó sorpresa fue que Kim Kardashian, figura mediática que en los últimos años se convirtió en activista por la reforma judicial, se posicionara públicamente en contra de estas redadas.

La estrella de televisión aseguró que los operativos de la administración Trump afectan directamente a quienes “han trabajado duro para construir el país”, un mensaje que resonó en la alfombra roja de los Premios DVF en Venecia, donde recibió un galardón por su labor social.

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El trasfondo de las críticas de Kardashian

Las declaraciones de Kardashian no quedaron en un simple gesto mediático.

Según reportó Variety, ella sostuvo que la narrativa oficial describe a los detenidos como criminales, pero que en realidad muchos de los afectados son trabajadores esenciales que forman parte de la vida diaria de las comunidades.

“Son personas que conozco, personas cercanas a mis amigos”, dijo, a la hora de remarcar la dimensión de estas políticas.

La reacción del Departamento de Seguridad Nacional fue más que inmediata. La subsecretaria Tricia McLaughlin publicó antecedentes penales de inmigrantes arrestados para defender los operativos.

Expertos en políticas migratorias, como la profesora Cecilia Menjívar de la Universidad de California, advirtieron que las redadas generan miedo generalizado en comunidades enteras, incluso entre quienes tienen estatus legal, lo que dificulta su integración y acceso a servicios básicos.

Kardashian ya había calificado de “inhumanas” estas operaciones en junio a través de sus redes sociales. Además, no es la primera vez que interactúa con gobiernos en temas sensibles: en el pasado colaboró con la Casa Blanca para impulsar reformas en el sistema penal y apoyar casos de liberación anticipada.