Después de renunciar a sus compromisos como miembros de la realeza británica en enero, se reveló hace dos semanas que el príncipe Harry y la actriz Meghan Markle están viviendo, junto a su hijo Archie, en California, Estados Unidos.

Según la revista ‘Vanity Fair’, los duques de Sussex se alojan en una lujosa villa de 18 millones de dólares que pertenece al actor estadounidense Tyler Perry. Se cree que Oprah Winfrey, amiga cercana de la pareja, fue quien les presentó al también productor.

Esta mansión, de 89 mil metros cuadrados, está ubicada en la comunidad privada de Beverly Ridge Estates, una de las áreas más exclusivas de Los Ángeles.

Decorada al estilo de la Toscana italiana, cuenta con alrededor de 12 baños, una gran piscina rectangular y ocho habitaciones. Además, tiene grandes espacios comunes de planta abierta.

Fue construida en el año 2000 después de que Perry desembolsara una gran cantidad de dinero.

Aún no se confirma si Harry y Meghan están pagando alquiler por la casa de Perry, pero fuentes de 'Page Six’ dijeron que, probablemente, se quedarán como invitados mientras él está fuera de la ciudad.

Por su parte, el corredor de bolsa Josh Altman aseguró a ‘Page Six’ que la pareja está en la búsqueda de comprar su propia casa en la región por un precio de entre 10 y 20 millones de dólares.

Aunque la mansión cuenta con un fuerte esquema de seguridad y tiene vallas levantadas alrededor, gracias a las publicaciones en el Instagram de Tyler Perry es posible observar cómo es su interior.

En junio de 2013, Perry publicó una imagen en la cual se ve una de las terrazas de la mansión. Esta tiene vista a un bosque, está terminada con un elegante y ornamental balaustre y decorada con modernos sofás y sillas para exteriores.

En uno de los baños se observan cuatro elegantes columnas corintias que llevan a una cúpula central desde la que desciende una lámpara de diseño botánico. Debajo de ella hay un jacuzzi.

En enero del 2015, Perry compartió la foto de una habitación para bebé decorada con colores crema, una cuna de madera pintada de blanco y un juguete del que cuelgan unas cuantas ovejas de peluche. Esta podría ser la habitación de Archie, el primogénito de un año de la pareja.

Así como se observa en la vista aérea, la entrada de la casa tiene una hermosa fuente rodeada por impecables jardines y adoquines.

El estudio, hecho de caoba y mármol, tiene una chimenea, sillas de cuero, un escritorio clásico y una alfombra bordada.

La cocina de la casa tiene un estilo arcadiano, con superficies cubiertas de mármol y un relieve escultórico decorativo tallado sobre la estufa. Aunque es clásica, tiene un toque moderno.

Con grandes ventanales, que van desde el techo hasta el suelo, la sala principal se compone de muebles elegantes y de un arco desde el que se puede observar un comedor elegante. El lugar lo compone un mural pintado, una lámpara de araña y una chimenea llamativa.