Washington. La cultura y la música puertorriqueña brillaron con luz propia en la Fiesta latina que se celebró anoche en los jardines de la Casa Blanca, con la que el presidente Barack Obama quiso poner el colofón al mes de la Herencia Hispana... y terminó, incluso, marcándose unos pasos de baile en el escenario.

Los puertorriqueños tuvieron una gran representación entre los artistas que seleccionó la Casa Blanca para representar a la comunidad hispana estadounidense, unida en una gran fiesta en la que se celebró el encuentro de culturas.

Marc Anthony, Tito “El Bambino” y José Feliciano entonaron algunas de sus canciones más emblemáticas en una gala en la que tampoco faltó el son cubano de Gloria Estefan, la bamba de Los Lobos y la bachata dominicana de Aventura.

Pero en la gran noche latina, no sólo había artistas, sino también puertorriqueños que brillan en otros campos, como Sonia Sotomayor, la jueza que recientemente se ha convertido en la primera magistrada hispana del Tribunal Supremo de Estados Unidos.

Sotomayor fue aplaudida por el auditorio en pie en lo que constituyó un emotivo momento de la noche.

El presidente Barack Obama fue el encargado de abrir una velada que estuvo amenizada por George López, Eva Longoria y Jimmy Smits, que se ocuparon de arrancar las carcajadas del público con chistes como el que asegura que “Obama es latino”.

“¿Por qué?”, se preguntó López: “Porque vive en una casa que no es la suya -muy latino-, la ha dejado de color blanco porque no sabía de qué color pintarla, también muy latino, y dice que el cambio ha llegado pero nadie lo cree. Eso también es muy latino”...

Previamente, el presidente Obama se dirigió a las 380 personas presentes para animarles a disfrutar de una música “verdaderamente global”.

“El ala oeste, el ala este y todas las alas que podamos tener en la Casa Blanca llevaban tiempo esperando este momento”, dijo Obama.

El Presidente aseguró que la música latina no es fácil de definir, porque tiene muchos ritmos, y explicó cómo se mezclan los ritmos de los esclavos africanos con las guitarras de los conquistadores, la música que trajeron los colonos con las flautas de los indígenas.

“La música latina nos habla de una manera que todos podemos entender. La alegría. Nos conmueve, pero también nos mueve”, dijo Obama.

La velada musical arrancó con Gloria Estefan y José Feliciano interpretando un magistral No llores que calentó la sala con las voces de ambos y los timbales de Sheila E.

Les tomó el relevo Marc Anthony, quien, presentado por su esposa, la espectacular Jennifer López, cuajó un Tu amor me hace bien, que invitó a los presentes a acompañarlo con palmas y grandes expresiones de complacencia por parte del auditorio bajo la atenta y satisfecha mirada de Jennifer.

Marc Anthony, antes de actuar, aseguró que “con esta Casa Blanca, se puede soñar más que nunca”. Bromeando sobre la posibilidad de que Michelle Obama se animara a bailar, Jennifer animó a la Primera Dama a que lo hiciera con un muy boricua: “Más le vale”.

Tercera visita de Feliciano

José Feliciano recordaba orgulloso que ésta es la tercera ocasión en la que acude a la residencia presidencial a cantar. La primera fue con Ronald Reagan en los 80, y la segunda con Bill Clinton, en los 90, cuando cantó a la Navidad.

Este puertorriqueño universal expresó antes de que comenzara el acto su deseo de que la cultura latina estuviera más unificada. “Cuando tenemos fuerzas es cuando estamos todos unidos”, dijo.

Thalía, vestida de azul eléctrico, puso sensualidad en el ambiente con su larga melena y un contoneado “Amor a la mexicana” que terminó por sacar a bailar al escenario al propio presidente Barack Obama, quien, con cierto rubor, dio un par de pasos de baile mientras meneaba la mano como diciendo “qué calor”.

Con el tema El amor debutó el reguetonero Tito “El Bambino”, quien dijo estar “feliz" en su primera visita a la Casa Blanca en un momento en el que, con el primer presidente negro al frente del país, se están rompiendo muchas barreras.

El cantante estaba eufórico por estar viviendo “este momento” y porque por primera vez ritmos como el rap y el reguetón iban a ser escuchados por una audiencia como ésta, en la que destacó la presencia de tantos compatriotas.

“¡Estamos inundando la Casa Blanca!”, dijo antes del espectáculo.

Mi tierra, de Gloria Estefan puso punto final a una velada en la que todos, incluidos los Obama, que salieron al escenario con sus hijas, Sasha y Malía, terminaron bailando.

La velada, pues, fue perfecta.