Los certámenes de belleza podrían estar frente a un precedente histórico con el caso de Jenna Talackova, la primera participante transexual en ser admitida en el certamen de Miss Universe Canadá.

La semana pasada la participación de la joven de 23 años de edad había sido rechazada por los organizadores del concurso, pero ayer los encargados de la competencia anunciaron en un escueto comunicado de prensa que sí podría competir conforme al estado de derecho de Canadá en el que se prohíbe la discriminación a las personas por el hecho de ser transexuales. La determinación también se tomó luego que la organización internacional, presidida por el magnate Donald Trump, diera el visto bueno, según publicó el periódico canadiense Vancouver Sun.

Talackova, quien se sometió a una operación de cambio de sexo a los 19 años y es asesorada legalmente por Gloria Allred, llevó a cabo ayer una conferencia de prensa en la que resaltó que su sueño es convertirse en Miss Universe. Su abogada, Allred, dijo que la decisión es un paso hacia adelante en la lucha por la igualdad de la comunidad LGBT, pero que todavía resta que Donald Trump permita la participación de los transexuales en el certamen internacional.

Y es que, de ganar el certamen de su país, Talackova no podría competir en Miss Universe, ya que el reglamento establece que las participantes tienen que haber “nacido naturalmente mujer”, aunque no se especifica a qué se refiere dicho postulado.

Desirée Lowry, tenedora de la franquicia de Miss Universe Puerto Rico, explicó ayer que el certamen local también se ampara en dicha regla.

“Nos regimos con el mismo reglamento de Miss Universe y no hemos recibido ninguna notificación por parte de Paula Shugart (presidenta de Miss Universe) de ningún cambio en torno a este asunto. No es algo que nos afecta a nosotros”, explicó Lowry en entrevista telefónica con Primera Hora.

La Miss Puerto Rico 1995 opinó que en cada país existen diferentes reglas y que no todos tienen que regirse por el reglamento internacional.

“Por ejemplo, en Italia no aceptan jóvenes con cirugías plásticas”, comunicó.

Lowry indicó que, si la organización internacional decide aceptar la participación de transexuales, se crearía un debate “largo y tendido”.

“Eso es algo que podemos analizar... Entiendo que la organización al final del día es la que tiene la palabra, pero yo creo que, de aceptarse, el certamen se convertiría en otra cosa”, opinó.

El experto en reinas de belleza Héctor Joaquín Colón informó ayer que se comunicó con Brenda Mendoza, miembro del equipo de relaciones públicas de Miss Universe, y que ésta le indicó que la organización ha estado muy pendiente de este caso desde que salió a la luz pública hace varias semanas y hasta trataron de comunicarse, sin éxito, con Talackova.

“Entiendo que la organización está abriendo una puerta de posibilidades y habría que ver si crearían un precedente... Hay que ver cómo todo va dilucidándose y, si ella ganase Miss Canadá, ver si la organización internacional abriría esa puerta. Eso sería la historia del año”, dijo Héctor Joaquín.

“Naturalmente mujer”

Pero uno de los debates centrales de esta controversia es en torno a la cláusula del reglamento de Miss Universe de que sus participantes deben “nacer naturalmente mujer”. Para Félix Jiménez, profesor de estudios culturales de la Universidad del Sagrado Corazón, la pregunta que debe hacerse la organización es “si todavía alguna de sus participantes es naturalmente mujer”.

“El porcentaje de concursantes que ya dentro de su cuerpo tienen más material antinatural es cada vez más alto y eso es una preocupación para muchos”, indicó el profesor.

“En este caso, habría que ponerlo de esta forma: uno nace macho o hembra, después se convierte por construcción cultural en hombre o mujer, masculino o femenino. Si este caso sirve para inteligente y coherentemente reformular nuevas reglas para los concursos de belleza –si es que alguien todavía quiere participar en ellos–, perfecto. Si no, creo que la gente debería aprender a escoger sus batallas”, precisó Jiménez.