El local ubicado en el pueblo cerca de la plaza pública que don Luis adquirió cuando se retiró de la cooperativa en la que trabajaba, ahora su familia lo ha convertido en un lugar de esparcimiento.

Pero sin duda lo más emotivo para el artista fue el momento en que se desveló un mural en mosaicos en el que aparece el abuelo en un lado, Lin-Manuel en el otro y en el centro su personaje más laureado, “Hamilton”.

“Yo pasaba los veranos aquí, todas mis memorias son de aquí y este lugar fue un restaurant, un pub, y por tres años fue Mirada’s video en donde vi todas las películas del mundo y estoy orgulloso de dedicar esta placita a mi abuelo Güisin. Es muy especial porque él era como un alcalde, todo el mundo lo quería. Yo le cogía la cámara de la cooperativa para hacer películas, y he visto algunos de los que aparecen en ellas por aquí, mis amigos del pueblo”, expresó el protagonista de In The Heights.

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También recordó entre risas que su abuelo le daba todos los gustos. 

“Yo no comía vegetales durante el verano sino empanadilla de pizza, pastelillo de queso y espagueti de lata, y mucha galleta con mantequilla; ese era mi desayuno, almuerzo y comida”.

Pero también recordó cuando estaba presentando In the Heights y le avisaron que su abuelo se enfermó de gravedad. 

“La noche después del estreno fue que me lo dijeron y vine para Puerto Rico a la semana. Pude verlo por última vez en el hospital, hablé con él y apreté su mano y murió cuando yo estaba en el avión volando hacia Nueva York. Recuerdo que fue un funeral en el que estuvo todo el pueblo”.

Mientras Lin-Manuel hablaba con los medios en el interior del establecimiento, en las afueras decenas de seguidores, jóvenes boricuas, gritaban emocionados. Los mismos que desde temprano en la tarde lo esperaban cantando las canciones de Hamilton y destacaban sus valores.

El dramaturgo llegó a la Isla tarde el miércoles junto a sus padres, Luis y Luz Miranda, y se fue directo para Vega Alta y en la mañana pasó por el municipio para saludar a los empleados.

“Me encanta amanecer en Puerto Rico, esta mañana parecía que se iba a caer el cielo y de pronto se puso clarito. Desayuné con la familia y después almorzamos arroz y ropa vieja compartiendo con la familia que casi nunca veo”.

El autor de Immigrants (We Get The Job Done) a favor de lo inmigrantes comentó que sabe la situación que está pasando Puerto Rico pero “creo en la juventud de Puerto Rico y este es el principio de algo bueno que viene”.

Al concluir la ceremonia de inauguración, el ganador de un Premio Pulitzer se dirigió a la plaza pública a donde corrió su fanaticada, con quienes compartió, se tomó fotos y hasta bailó.