Lo erótico no es sólo visual

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
PUBLICIDAD
La pornografía no se puede definir bien, pero, cuando alguien la ve, la sabe identificar. Para el escritor argentino Pedro Mairal, la literatura, entonces, jamás puede ser pornográfica.
“Porque la palabra nunca es la cosa en sí, sino que es una sugerencia de la cosa, y la pornografía no sugiere, sino que es directa, explícita”, argumenta el poeta. La semana pasada, Mairal ofreció talleres de escritura creativa en la Universidad de Puerto Rico, invitado por el Salón Libroamérica.
El adjetivo para designar la literatura que trata temas relacionados con la sensualidad del cuerpo humano es para él, entonces, erótica.Según la retroalimentación que ha recibido de los jóvenes que han sido sus alumnos en estos días, “quizás la relación tan intensa que tienen los puertorriqueños con la música ha provocado que lleguen a tener un entendimiento claro de los conceptos de la sensibilidad y la sensualidad en la poesía, así como en la narrativa”, cuenta el autor de Una noche con Sabrina Love, premio Clarín 1998.
“Para que las palabras sean eróticas, ni siquiera tienen que ser sexuales; hay melodías, citas intelectuales y hasta estornudos que provocan erotismo”, diserta el también ensayista que anoche leyó sus Pornosonetos en el Nuyorican Café, en el Viejo San Juan.
Con respecto a esta discusión, Pedro Mairal discutió con Primera Hora cinco factores fundamentales que hay que tener en cuenta al momento de redactar un texto literario que pretenda inscribirse dentro del subgénero erótico.