Lo que se sabe del segundo día de la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez
La boda no será legal en Italia.
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Venecia. El fundador de Amazon, Jeff Bezos, y la periodista Lauren Sánchez van a intercambiar sus votos matrimoniales en una ceremonia en Venecia el viernes, parte de una extravagante boda de tres días que atrajo a decenas de invitados famosos pero también protestas de activistas locales y la atención de los turistas que sufren de una ola de calor en la ciudad italiana.
En medio de la primera ola de calor del verano en el sur de Europa, Italia decretó la alerta “roja” este fin de semana en Roma, Venecia y otras 19 ciudades, al estimar que el nivel de calor podría tener “efectos sobre la salud de las personas en buen estado, y no sólo sobre los grupos de población de riesgo”.
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En este contexto,Bezos, de 61 años, y Sánchez, de 55, intercambiarán anillos en la pequeña isla de San Giorgio Maggiore,frente a la Plaza de San Marcos, acompañados por las canciones de Matteo Bocelli, hijo del famoso tenor italiano de ópera pop Andrea Bocelli.
Un alto funcionario del ayuntamiento dijo a Reuters que la ceremonia no tendrá validez legal en Italia, lo que sugiere que la pareja podría haberse casado legalmente en Estados Unidos, evitando así la burocracia asociada a un matrimonio italiano.
Los festejos, cuyo costo se estima en unos 50 millones de dólares, terminarán el sábado con una fiesta en el Arsenale, una antigua base naval conocida por ser la sede principal de la Bienal de Venecia en la que, al parecer, actuarán Lady Gaga y Elton John.
Según la prensa, Sánchez tiene previsto lucir 27 vestidos durante las celebraciones.
Bill Gates, Orlando Bloom, Tom Brady, la reina de Jordania, Oprah Winfrey, Kris Jenner y Kim y Khloe Kardashian, así como Ivanka Trump y Domenico Dolce, de Dolce & Gabbana, figuran entre los hasta 250 invitados.
Los superyates de los famosos invitados navegan por la laguna y el famoso hotel Aman elegido por los novios, un palacio renacentista con un precio mínimo de 2000 euros (2,340 dólares) por noche, colgó el cartel de completo.
En medio de fuertes medidas de seguridad, las celebraciones comenzaron el jueves por la noche en el claustro de la Madonna dell’Orto, una iglesia medieval del céntrico barrio de Cannaregio que alberga obras maestras del pintor del siglo XVI Tintoretto.
Preguntado por lo que más le gustaba de la ciudad de los canales, el multimillonario estadounidense dijo sonriente junto a su mujer en una lancha: “¡Miren a su alrededor! Esta ciudad parece imposible, no puede existir, y sin embargo aquí está”, se le oye decir en un video publicado el jueves por el diario La Repubblica.
“Este lugar mágico nos ha regalado recuerdos inolvidables”, decían los novios en su invitación de boda, en la que pedían “no hacer regalos” y se comprometían a hacer donaciones benéficas para tres instituciones venecianas.
El presidente de la región, Luca Zaia, explicó además que Bezos donará tres millones de euros ($3.5 millones de dólares) a una asociación de protección de la laguna, la Universidad Internacional de Venecia y la Unesco.
“El 80% de los gastos de esta boda, cuyo costo se estima en al menos 40 millones de euros ($46 millones de dólares), tendrá un impacto en nuestras empresas y nuestros residentes”, aseguró Zaia, un político de ultraderecha que gobierna la región del Véneto, para hacer frente a las protestas y cuestionamientos al gran evento.
“Espero que la chispa que ha prendido entre Bezos y Venecia pueda transformarse (...) en un compromiso constante a favor de la ciudad”, deseó.
Más protestas
Las empresas acogieron con satisfacción la ostentación y el glamour, pero un movimiento de protesta local se opone a lo que consideran un regalo de Venecia para extranjeros ultrarricos. Bezos es el cuarto hombres más rico del mundo, según la revista Forbes.
Giulia Cacopardo, de 28 años, representante del movimiento “No hay espacio para Bezos”, se quejó de que las necesidades de los ciudadanos de a pie están siendo desatendidas en una ciudad que es un imán turístico y se está despoblando rápidamente debido, en gran parte, a la suba del costo de la vida. El centro de Venecia tiene menos de 50,000 habitantes, frente a los casi 100,000 de finales de la década de 1970.
“Cuando vacías una ciudad de sus habitantes, puedes convertirla en escenario de grandes acontecimientos”, declaró Cacopardo a Reuters. “(Pero) el dinero que Bezos gasta en esta boda no termina en los bolsillos de los venecianos. Los dueños de hoteles de lujo no son venecianos”.
Cacopardo fue una de los entre 30 y 40 activistas que protagonizaron una protesta en la Plaza de San Marcos el jueves, coreando “Somos el 99%” mientras una pareja enmascarada se hacía pasar por novios y un hombre se subía a un poste para desplegar una pancarta en la que se leía “El 1% arruina el mundo”. La policía intervino y desalojó por la fuerza a los manifestantes.
El frente anti-Bezos planea una marcha el sábado, y sus actividades ya han llevado a las autoridades a reforzar la seguridad y trasladar el lugar de la fiesta principal a una zona más apartada de Venecia, el antiguo astillero Arsenale.
Para Chiara Trabuio, de 26 años, “esta boda es aceptable hasta cierto punto porque genera dinero”. “Pero va contra la cultura y la naturaleza de la ciudad”, dice esta estudiante, que vive en Mestre, una localidad en tierra firme justo enfrente de Venecia.
Del otro lado, políticos, hoteleros y otros habitantes de Venecia se muestran satisfechos con la boda, y afirman que este tipo de eventos contribuyen más a la economía local que las multitudes de turistas que normalmente invaden la ciudad.
“Estamos felices y honrados de dar la bienvenida a Jeff Bezos y a su esposa Lauren Sánchez”, dijo el alcalde Luigi Brugnaro, que envió rosas blancas a la novia y una botella de vino tinto de lujo Amarone al novio.
Los dirigentes locales desvinculan la elección de Bezos del exceso de turismo contra el que ellos mismos han tomado múltiples medidas, como imponer el pago de un ticket de entrada para los visitantes diarios.
Para Samuel Silvestri, un comerciante veneciano de 55 años, “el exceso de turismo está principalmente causado por la gente que solo viene un día con la mochila en la espalda y su comida y que contribuyen en muy poco a la ciudad”.
“No quienes transforman Venecia en un pequeño Montecarlo”, el célebre y exclusivo barrio de Mónaco, continúa. “Esta boda moldea también la imagen de la ciudad”, asegura.
El Ministerio de Turismo italiano dijo que había realizado un estudio que estimaba en 957 millones de euros ($1,120 millones de dólares) el impacto económico global de la boda, incluido un beneficio de 896 millones de euros por la “visibilidad mediática”, y el resto procedente del gasto directo o indirecto relacionado con el evento.
Bezos, presidente ejecutivo de Amazon, se comprometió con Sánchez en 2023, cuatro años después del fracaso de su matrimonio de 25 años con MacKenzie Scott.
Bezos no es el primer famoso en casarse en Venecia. Hace 11 años lo hicieron el actor estadounidense George Clooney y la abogada Amal Alamuddin sin causar tanto revuelo.
Pero el perfil de Bezos genera más divisiones por su inmensa fortuna y por las críticas por el trato que Amazon da a sus trabajadores o el impacto medioambiental de su empresa aeroespacial Blue Origin.
Greenpeace denunció precisamente el daño ecológico de la boda, a la que muchos invitados llegaron en jet privado, justo cuando el frágil equilibrio de Venecia “se hunde bajo el peso de la crisis climática”.