“Dicen que cocinar es como hacer una canción. De alguna forma, estás jugando con los sabores, más cuando es salsa”.

Con estas palabras, Luis Enrique se adentró ayer en la cocina del restaurante Brío en Hato Rey, donde, con ayuda del chef Maldonado Mir, preparó tres salsas que complementarían tres tipos de pasta.

Mientras hervía la leche, primer paso en sus recetas, el “Príncipe de la Salsa” habló de sus cuatro nominaciones a los premios Grammy Latino en las categorías de álbum del año, canción del año, mejor álbum de salsa y mejor canción tropical. Este reconocimiento lo tomó por sorpresa.

“No estaba seguro de que el éxito con esta producción fuera a llegar tan rápido”, expresó. Por eso, la importancia de estas nominaciones para el artista, dijo, tiene que ver más con el hecho de que han llegado como parte de su regreso, luego de cuatro años fuera de los escenarios.

“Soy reservado en mis emociones, pero esta vez me emocioné mucho. Lloré, lloré con mi manejador...”, comentó a la vez que esparcía sal y orégano quien ya había sido nominado cuatro veces al Grammy anglosajón.

Ya con sus salsas casi listas, Luis Enrique adelantó detalles del concierto que dará en Puerto Rico los días 2 y 3 de octubre. “Prepárense para un show un poquitico largo”, anticipó, pues son más de 20 los años con los que cuenta su destacada carrera artística.

Las veladas serán como un “reencuentro” para los músicos que compondrán la orquesta, todos de Puerto Rico.

Para esas dos noches, Luis Enrique tiene preparado un amplio repertorio que incluirá muchos de los temas que, usualmente, no incluye en sus presentaciones.

No obstante, el nicaragüense que reconoce en la Isla el lugar en el que se catapultó su éxito internacional, estableció que amenizará las dos noches con salsa de la buena, tal y como la que preparó ayer con muy buen gusto.