Hay una frase que dice: “No se muere quien se va, sólo se muere el que se olvida”, pero como la palabra “olvido” no existe en el vocabulario de la familia inmediata de Luis Raúl, este vivirá por siempre.

A un año de su partida, los padres del querido comediante puertorriqueño abrieron las puertas de su hogar y de su corazón para  conmemorar la vida de su hijo.