A la animadora Lynette Chico le han cambiado completamente su vida y su rutina con el nacimiento hace cuatro meses de su hija Gia Isabella, a quien no se cansa de mimar.

Pero con la llegada de su primogénita, la artista no ha descuidado su carrera profesional y mucho menos su figura, por lo que luce esbelta.

Lynette Chico, quien tiene la ayuda de su madre Evelyn Muñoz y la de otra persona que se encarga de la chiquilina, confiesa a Primera Hora que “como mamá uno tiene muchos sentimientos encontrados. Es inevitable engreír a los hijos”.

Reconoce, asimismo, que Gia Isabella, quien se parece mucho a su papá Vicente Saavedra, “va a tener mucho carácter. Va a ser fuertecita, así que tendré muchos dolores de cabeza”.

La también modelo, quien no lacta a su retoño, está sorprendida con lo comelona que es su hija, ya que no se abastece con la leche de fórmula, por lo que ingiere vegetales majados, entrando así a la etapa de los sólidos que suele iniciarse a los cinco o seis meses del infante.

“Gia come vegetales majaditos porque no se llenaba con la leche, imagínate”, dice la orgullosa primeriza.

Revela que cuando su procreadora le cuida a su chiquilla, no tiene queja alguna de su nieta, a quien describe como “una santa cuando está con ella, pero cuando está conmigo, lo que hace es manipular. Se aruña la cara cuando le dan esas rabietas conmigo y mami dice que se porta bien”.

Agrega que “Gia es lo que ella diga y no duerme toda la noche. Me levanto a las 3:00 de la mañana y me levanto también a las 7:00 de la mañana”.

En las noches ya no sale a cenar como antes y asegura que cuando termina de trabajar, lo primero que hace es recoger a su adorada Gia, para luego irse a su casa.

“Ahora todo es Gia, ella es la prioridad”, reitera.

En cuanto al padre de su hija, dice que “él es más protector que yo y cada vez que sabe que Gia hará algo conmigo para la prensa se pone celoso”.

No quiere más hijos

Pese a su contentura con Gia Isabella, Lynette Chico está decidida a no concebir más hijos, ya que su embarazo se complicó con preeclampsia, por lo que tuvo a su hija mediante cesárea.

“No quiero más bebés, yo me quedo con Gia. No quiero más hijos, soy primeriza. Gia me coge mucho tiempo y me pregunto cómo podré con dos. Mi hermana tiene tres y me dice que no es tan difícil”, acota.

El descanso no es igual

Otra de las cosas que le ha cambiado en su vida son las horas de sueño. Pues, cualquier gemido de la niña, ella salta de su cama para verificar que esté bien.

“Si estoy en el cuarto ya durmiendo y la nena hace cualquier sonido, ahí salgo corriendo a verificarla. Uno no tiene descanso total ni el mismo tiempo de antes”, precisa la artista, que entre las cosas que también ha sacrificado es su tacita de café en las mañana para poder atender a su cría.