Molusco no es un santo, ni aspira a serlo. Es cafre, lo afirma sin pelos en la lengua. Por eso no le molesta que se lo digan. Mientras más hablen de él, bien o mal, le hacen un favor, y posiblemente vuelvan a elevarlo a tendencia en Twitter. Él se goza a sus haters.

Jorge Pabón, de 39 años, esposo de Claudia Morales y padre de Ocean (15) y Paula (12), se sigue viendo como un locutor que ahora juega a producir y a hacer comedia. Lo ha hecho a fuerza de críticas, de aprender a cantazos, porque no tiene estudios universitarios, y también de gente que lo cuida. “Siento que tengo un chililín de amor”, dijo.

Más de 1.5 millones lo sigue en Instagram, una plataforma que está utilizando para levantar su propia empresa de comunicaciones, aun sin desligarse de la cadena de radio SBS, con la que renovó contrato por cuatro años para mantener el programa “Molusco y los reyes de la punta”.

Este sábado presentará su nuevo espectáculo “#Bajito que se ofenden", a casa llena en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot. Con él estará el cantante urbano Daddy Yankee, que hasta hace muy poco no quería saber de él.

Su película “Marcelo” se presenta en el Festival de Cine Latino San Diego, que inicia hoy en California, y en mayo producirá y actuará en la comedia “Trapos sucios”, que casi sin promoción, tiene tres funciones vendidas. Allí compartirá el escenario con el comediante Francis Rosas, otro que fue uno de sus “enemigos”.

En el cine, lo aguardan las terceras partes de “Los Domirriqueños” y “Qué joyitas”.

¿Por qué se ha convertido en un fenómeno? Quién sabe.

Habló con Primera Hora con muletillas incluidas -"al final del día", “la realidad del caso” y “obviamente”-, sobre su salud, sus errores, sus hijos y los proyectos antes de retirarse a “hacer otras cosas”.

De salud aseguró que está estable. Hace un año tuvo una crisis que lo obligó a repensar sus estilos de alimentación, y al momento ha rebajado 77 libras. El peso anterior fluctuaba entre 315 y 320 libras, y usaba talla 46 de cintura en los pantalones.

“Empecé a vomitar, vomitar, vomitar, y miré al cielo y dije, ‘Dios, ¿esto es un castigo?’, y ‘No, no es un castigo’, era simplemente que estaba descuidado, comiendo a lo loco. Me comía lo que me daba la gana, a la hora que me daba la gana”, recordó. “Quiero ver a mis nietos y quiero vivir”.

Los cambios incluyeron un entrenamiento físico que le permitió por primera vez participar de una carrera 5K.

¿Físicamente te sientes sexy?

No me siento sexy, porque no soy sexy, pero le meto. Pregúntale a mi esposa.

¿Sigues siendo un locutor que hace comedia o ya te presentas como un comediante?

“No sé a veces ni lo que soy. Hago tantas cosas (...) Nunca me he parado de frente a decir, ‘Soy tal cosa’. Se me hace tan difícil en Aduana, que tienes que llenar el papelito para entrar a República Dominicana y decir qué eres. Yo siempre pongo locutor, yo vengo de ahí. Soy un locutor que juego a hacer comedia, que juego a producir, pero me ha ido bien.”

A la par con sus 23 años en la radio (comenzó a los 16), incursionó en el teatro y el cine. Quizás hoy tenga firmado un nuevo contrato para realizar una gira de stand up comedy por Estados Unidos y otros puntos de Latinoamérica.

“Si la gente no me quiere llamar stand up comedian, no lucho con eso. Pero voy a hacer mi show de comedia en Estados Unidos, en muchas ciudades, y eso me hace sentir bien”.

El espectáculo “#Bajito que se ofenden Stand Up and Concert” lo tiene diseñado como si fuera un programa de radio, en el que tendrá breves intervenciones y la música con las presentaciones de sus invitados: Lunay, Reik, Mike Towers, Daddy Yankee, Natti Natasha y Anitta. Tendrá además un segmento de 30 minutos para su stand up, en el que hablará de los boicots contra él, los temblores y el coronavirus.

Hay artistas en tu show que antes no querían saber de ti, pero se dio un giro y ahora todos quieren estar con Molusco. ¿Qué pasó? ¿Tuviste que bajarle el tono?

“En el caso de Daddy Yankee, específicamente, sé que es por él, por el issue que hubo hace cinco o seis años (un post que molestó al artista), tuvimos la oportunidad de hacer las paces, de conocernos. Ni él me conocía a mí, ni yo lo conocía a él, y todavía es la hora que no nos conocemos 100%. No me pararía frente a una cámara a decir, ‘Yankee es mi pana’. Es una persona que admiro por toda su trayectoria. Hablamos, somos panitas en el sentido de, ‘Molu, qué es la que hay’, pero no nos llamamos todos los días".

“Creo que los cantazos de la vida te enseñan a analizar que, ‘no siempre tengo la razón’, por eso las veces que he pedido perdón, es honesto, porque me he dado contra la pared y me he autoanalizado y he dicho, ‘Es que se me fue la mano’ ”, expuso.

Esas reflexiones muchas veces están influenciadas por su esposa, sus hermanos y su equipo de trabajo, que de vez en cuando le dan el halón de oreja. “No soy Dios, cometo errores, no soy perfecto. Además, no soy bruto, me doy cuenta cuando meto la pata”.

“Soy un tipo bien inmaduro. Me gusta hacer estupideces. Me gusta reírme y tener la pavera de nene de 14 años, pero ya tengo una madurez que la misma vida me regaló. Soy papá, soy esposo, tengo un montón de empleados bajo mi cargo y una compañía de la que me tengo que encargar, y todas esas cosas hacen que adquieras unos conocimientos y una madurez. Pero sí pensé que me podía comer los nenes crudos y ahora estoy viviendo cosas que hice en el pasado y siguen teniendo repercusiones.”

A Molusco, según las estadísticas de sus redes sociales, lo siguen hombres y mujeres en igual proporción. Dio el detalle e inmediatamente advirtió que no es machista y la comunidad LGBTTQ lo que tiene es su respeto, aprecio y solidaridad.

“No soy Dios, cometo errores, no soy perfecto. Además, no soy bruto, me doy cuenta cuando meto la pata”

-Jorge Pabón "El Molusco", locutor, productor, comediante

El influencer es consciente de que sus palabras y acciones tienen un impacto en la opinión pública, responsabilidad que le parece agridulce. “Tiene sus beneficios, pero tiene sus cosas en contra, porque todo el mundo siempre te está mirando”.

Para mucha gente sigues siendo un cafre, un vulgar, ¿Ya eso no te molesta?

“Es que nunca me molestó, porque sé como soy. Luis Raúl, y esto lo hablaba con él, era un tipo bien vulgar y a mí me encantaba y le decía, ‘Mano, muchas veces soy así, mal hablao', pero la gente dice que soy un vulgar y a ti te ríen el chiste’, y creo que es que depende de quién venga. Y sí, soy un mal hablao’, me encanta hablar malo, pero no soy una mala persona. Que soy un cafre, sí. Puerto Rico es cafre, Puerto Rico es un chinchorro, nosotros somos gente de pueblo, que hasta el doctor dice una mala palabra entre los panas. El problema es que la dice Molusco y Molusco es el cafre. ¡Por Dios!”

Sobre el meme de la Gobernadora hiciste una media disculpa, porque dijiste que había asuntos más indignantes en el País, ¿Realmente te arrepientes de haberlo hecho?

“Me arrepiento por una sola cosa. Siempre hago comedia y no siempre la pego. Hay veces que estoy mal, hay veces que estoy bien, posiblemente ahora estuve mal y no tengo por qué negarlo, pero me arrepiento porque esto lo que hizo fue botar tres, cuatro, cinco días, de la vida de nuestra gente para estar hablando de una cosa, cuando el País está en pedazos, no se hablaba de los almacenes de Ponce, no se hablaba de la nefasta administración que tenemos, e hicieron una conferencia de prensa del coronavirus, para ocultar que los tribunales te dijeron que tenías que entregar el informe y la investigación de los almacenes de Ponce, y por esas cosas me molesto conmigo mismo y digo, ‘Por qué soy tan estúpido de hacer esto', porque lo que hago es diluir todo.”

Juan Dalmau, candidato a la gobernación por el PIP, tiene tu respeto. ¿La independencia sería tu opción de estatus para Puerto Rico?

“El problema de la independencia en este país es la gente, que no tiene la mentalidad para trabajar. Somos el país del mantengo y eso nos ha hecho un daño nefasto. Cuando te están manteniendo constantemente, tu mentalidad cambia. Sientes que necesitas todo el tiempo de otra gente, y sí necesitamos del mundo. Somos una isla muy pequeña, pero somos muy capaces y el puertorriqueño que es bien capaz se tiene que ir de aquí para demostrarle al mundo que es capaz. No sé si la independencia, la estadidad, o como estamos es lo que es. Yo vivo el hoy. Sí creo que si mañana hay un referéndum gana la estadidad abrumadoramente. Pero estos tipos quebraron una colonia, te quiebran una república y te quiebran un estatus. Eso no se trata de estatus, se trata de administración. El día que la gente logre entender eso vamos a ser más felices y vamos a empezar a escoger inteligentemente. ¿Cuántos gobernadores estadistas han ganado?, ¿Y somos estado?”

¿Tuviste temor de entrar de lleno en el movimiento del verano del 19?

“Siempre se tiene temor porque hay gente que no entiende. Mi única razón de estar ahí era el País, era porque estuve en la calle con María. Si no hubiera pasado el huracán y no hubiese pasado el chat, no sé si me hubiese metido como me metí.”

Molusco conversó con este diario un día después de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. En ese marco reconoció a su mamá Mabel Ocasio, su abuela Irisita Delgado y su bisabuela, ya fallecida, Edith Rodríguez, como las tres figuras femeninas más influyentes en su vida. “Mi mamá me enseñó que hay que hacer lo que sea para vivir”, afirmó el mayor de tres hermanos por el lado materno. “Mi abuela, que nunca guió en su vida, todas las mañanas se tenía que levantar, sin Uber, para llegar al banco. Mi bisabuela trabajaba en Playtex toda la vida, y era cómo trabajaban las tres para que nosotros tuviéramos las cosas básicas para que pudiéramos crecer de una manera bonita”.

¿Asumiste la paternidad de la nena igual a la del varón?

“Es bien pompioso cuando tienes un nene, pero cuando tienes la nena también es sumamente pompioso. Es un poco distinto porque es más delicado. Tiene sus partecitas y no me atrevía al principio ni siquiera tocarla porque tenía miedo, pero dije, ‘Espérate, espérate, esta es mi hija’... Pero sí, es bien distinto, se aman completamente distinto, se tratan completamente distinto.”

Por tu estilo arrojado, tus hijos pueden pensar que contigo todo se vale

“¿Todo se vale? Mete una cámara en mi casa para que veas si todo se vale. No tienen ni un minuto de break. Pa’ empezar mis nenes no tienen ni redes sociales. Mi nena tiene TikTok, Ocean tiene TikTok, la red social de los chamaquitos. Mi hijo a veces tiene teléfono, a veces no. Mi hija, el teléfono duerme afuera. El otro día teníamos una pelea, ‘Papi quiero tener Instagram, aquí dice que es de 12 años en adelante’. ‘A mí no me importa lo que diga Instagram. No es Mark Zukerberg tu papá, tu papá es Jorge Pabón. No establezco con esto que voy a tener dos maravillosos hijos cuando crezcan. Eso no lo asegura nadie, ahora, uno va descartando posibilidades, porque si los tienes algarete, van a seguir siendo algarete.”

¿Ya eres millonario?

(Ríe) “No me gusta hablar de mis finanzas, pero nos va bien. Puedo adelantar que me va bien y hemos hecho nuestro capitalcito para vivir y estar tranquilos, y que mis hijos puedan tener lo suyo cuando yo no esté.”

¿Cuáles son tus placeres?

“No tengo bote, no tengo casa de playa, no soy un gastón, me da temor. Yo hago chistecitos y malos, entonces, no creo que sea inteligente tratar de tener una vida de millonario cuando eso no te va a durar toda la vida. Creo que guardar es lo más sensato, y cuando se acabe tienes unos chavitos ahí.”

Quien sigue a Molusco, seguramente, habrá notado que debajo de las camisetas siempre lleva un collar. No es un rosario ni es un mala budista. Es solo parte del look. “No soy budista, soy católico y los que están en la iglesia católica no se sientan avergonzados. Me bautizaron con la iglesia católica. Voy a muchas con mi esposa. Lo hago más por mi esposa y por mis hijos. Mi relación con Dios es bien aparte”.

Dijiste que te queda un ratito, ¿te estás planteando el retiro?

“No vislumbro estar hasta viejo en radio, eso cansa. Necesitas una energía y esto de estar todos los días en un horario cansa. Y va a llegar el momento en que no quiero que nadie me diga que tengo que llegar a las 2:00 de la tarde. Hoy no, hoy llego, soy joven todavía, pero va a llegar un momento en que no, que lo voy a querer hacer desde mi casa. Pero no me vislumbro haciendo radio hasta los 60. Quiero hacer otras cosas.”