El teatro puertorriqueño se encuentra de luto tras la muerte de una de las figuras más importantes de nuestras tablas, la directora puertorriqueña Victoria Espinosa. La maestra de maestras murió este sábado a los 97 años de edad, dejando un legado enorme al país que tanto amó y defendió.

El deceso fue cerca de las 6:00 de la tarde, confirmó José Martínez, presidente del Colegio de Actores de Puerto Rico.

La doctora Espinosa fue ingresada en el hospital temprano en la semana debido a unas convulsiones, según se supo, y desde entonces ha permanecido recluida.

Su hija, Sol Victoria Maisonet Espinosa, dejó saber esta mañana el estado delicado de salud en el que se encontraba su madre.

“Sé que mi mamá se irá pronto. Solo Dios sabe cuándo y para decir verdad, no estoy segura de si podré manejarlo, pero sé algo con certeza, un día cuando llegue el momento, volverá a verla. ¡Te amo mami! Gracias por las oraciones”, publicó en inglés en su perfil de Facebook.

La directora boricua falleció este sábado a sus 97 años.

Desde que en el año 2000 sufrió una caída y se sometió a un implante de cadera, la maestra bajó su ritmo de trabajo, pero eso no la detuvo y continuó laborando activamente hasta el 2011, cuando se presentó en la sala que lleva su nombre como parte de la producción “Actos sin palabras”. Esta presentación, en donde protagonizó la pieza “Nana”, dirigida por Julio Ramos, fue una de sus últimas apariciones en los escenarios.

Nacida el 26 de marzo de 1922, en Santurce, fue hija única de un obrero de la construcción y una ama de casa. Estudió en la escuela Central High, en Santurce, de donde se graduó en 1940. En 1945 entra a la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, donde un año más tarde llegó al teatro, descubriendo su verdadera pasión y vocación.

Discípula de Leopoldo Santiago Lavandero y el doctor Ludwig Schajoicz, formó parte del grupo fundador del Teatro Rodante Universitario. Al graduarse de bachillerato en drama, comenzó a dar clases y a dirigir algunas piezas en la universidad, a la vez que inicia su maestría en Estudios Hispánicos, en la misma institución. Es durante este periodo que conoce y se casa con el artista plástico Luis Maisonet, con quien procrea a sus dos hijos, Luis y Sol.

Durante ese tiempo, además, inicia uno de los grandes retos de su carrera cuando le entregan el Teatro Infantil Universitario, el cual convierte en el reconocido Comedieta Universitaria, donde dirige “Títeres de Cachiporra”, de Federico García Lorca, y “La caja de juguetes”, de Claude Debussy, entre otras.

También estuvo a cargo del Teatro Universitario y del Teatro Rodante, donde dirigió obras como “Don Gil de las calzas verdes”, de Tirso de Molina, entre muchísimas más.

Cabe destacar que Espinosa llevó a cabo el estreno mundial de la obra “El público”, de Federico García Lorca, en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico, que dirigió en 1978, y a la que asistió el escritor español Rafael Martínez Nadal, heredero de Lorca. Estudiosa del poeta y dramaturgo granadino, Espinosa escribió el libro “Lorca en mí y yo en Lorca”, aún sin publicar. Por su labor como directora e investigadora y en reconocimiento a su labor en promover el trabajo del dramaturgo, recibió en el 2000 el premio Pozo de Plata, máximo galardón del Museo Casa Natal de Federico García Lorca, en Granada.

Victoria Espinosa se mudó a México entre 1964 a 1969 para hacer su doctorado en la Universidad Autónoma de México, donde escribió su disertación doctoral sobre el teatro del dramaturgo puertorriqueño René Marqués y llevó a cabo la presentación de la obra “Los soles truncos”. Esta pieza la dirigió por primera vez en 1958 durante el Primer Festival de Teatro Puertorriqueño, de la mano del propio Marqués, quien a partir de esa puesta se consagró como el dramaturgo más sobresaliente de su generación.

Luego de sus estudios doctorales, Espinosa regresó a Puerto Rico, donde entre otras cosas, fundó el desaparecido taller Teatro Theatrón de Puerto Rico, en el cual llevó de la mano a quienes luego fueron sus colegas. En su trayectoria, la doctora dirigió una gran cantidad de obras memorables como “La zapatera prodigiosa”, de Federico García Lorca; “Equus”, de Peter Shaffer, y “Acreedores”, de August Strinberg, entre tantos otros títulos.

Pero el trabajo de “Vicky”, como le llamaban cariñosamente sus familiares y amigos, no solo fue como directora. Ella luchó incasablemente por mantener y promover el teatro puertorriqueño, desde diversas posiciones. En 1985 Espinosa se convirtió en la directora de la División de Teatro del Instituto de Cultura Puertorriqueña, posición que ocupó hasta 1989, logrando grandes avances. Creó el Colegio de Actores, la Asociación de Productores de Teatro y adquirió los teatros Matienzo y Music Hall. Además, propulsó la creación del Fondo Especial para uso de la División de Teatro del ICP, con el propósito de fomentar el desarrollo de las artes teatrales en el país.

Por todo el trabajo realizado, Espinosa fue reconocida en múltiples ocasiones, tanto a nivel nacional como internacional. Muestra de ello fue cuando en el año 2000 nombraron el Teatro Music Hall, en Santurce, como la Sala Experimental Victoria Espinosa. Esta estudiosa, además, fue figura clave contra los prejuicios raciales. Amulatada, hija de padre negro y madre blanca, como recoge la investigadora Marie Ramos Rosado en “La mujer negra en la literatura puertorriqueña”, Espinosa vivió el prejuicio racial al que le hizo frente sin temor y desde su propio escenario, demostrando su compromiso con las causas más justas.

Ya fuera desde la calle o desde las tablas, esta mujer vivió para el teatro, que consideraba un templo. Así se lo inculcó a los cientos de estudiantes que marcó, como solo lo hacen los grandes maestros. El país queda en deuda con Victoria Espinosa.

Otros datos:

En el 2007 regresó a la Universidad de Puerto Rico para dirigir "Los títeres de Cachiporra", de Federico García Lorca, para el Teatro Rodante de la UPR.

En el 2009 dirigió "Réquiem para un eclipse" para la cuarta edición del Festival del Tercer Amor, el cual respaldó desde la primera edición cuando presentó "El beso de la mujer araña".

En el 2016, el productor Iván Nieves y el director Orlando Rodríguez grabaron la producción "Victoria para el teatro puertorriqueño", donde se le rindió homenaje. La actriz Melody Rose Vendrell interpretó a Espinosa en esta producción que narra estampas de la vida de la profesora a través de estampas y de entrevistas a diferentes personas que compartieron con ella.