“Nos quedamos súperpetrificados”.

El actor Osvaldo Ríos se recupera del susto que vivió en la mañana de hoy tras el terremoto de magnitud 5.4 que sacudió a Puerto Rico.

“Recién nos acabamos de despertar, porque mi esposa Lucieanne (Rodríguez) y yo somos bien madrugadores”, compartió el actor, quien vive en un apartamento en Ponce, uno de los pueblos más afectados.

“Lo sentimos incluso hasta más fuerte que el del pasado 7 de enero, que yo lo viví aquí en Puerto Rico, y a raíz de ese terremoto es que decido quedarme en Puerto Rico a ayudar”, reveló sobre aquella experiencia, que se dio tras pasar las navidades en Puerto Rico, luego de culminar la filmación de La niña y el mar. “No lo podíamos creer”, agregó consternado Ríos, quien reside en Miami, Florida.

Durante el movimiento telúrico, que en Ponce tuvo una intensidad máxima estimada de VII, la pareja procuró moverse a una parte de la vivienda en busca de protección.

“Tenemos ya nuestros bultos y las maletitas listas. Agarramos nuestras cosas. Nos quedamos bajo uno de los arcos que tiene nuestro apartamento, guareciéndonos en lo que pasaba el temblor. Fue muy fuerte. Muchas cosas se cayeron, se rompieron. Hay una grieta por ahí que antes no tenía (el apartamento), pero estamos vivos, estamos bien”.

Al salir a la calle, se encontraron con el panorama de daños ocasionados por el movimiento telúrico, algunos de los cuales han sido documentados en las redes sociales del actor.

“Era mucho dolor, mucha tristeza, porque en medio de todo lo que nuestro pueblo está viviendo, que venga ahora un temblor”, dijo consternado. “Lo que he visto es mucho más feo. Obviamente, había estructuras que ya estaban a punto de colapsar, como el Museo de la Masacre de Ponce, que estoy muy cerquita”, aseguró.

Ríos, quien expresó que desde enero se ha mantenido muy activo en misiones humanitarias y de activismo social en la zona sur, manifestó su determinación por evitar que el temor a experimentar un siguiente temblor, le gane.

“Nos disponemos a limpiar todo el desastre que hay allí (en el apartamento), al igual que la otra vez. Esto es como cuando tú haces equitación, que te caes del caballo y tu entrenador te dice ‘móntate inmediatamente’. Pues eso mismo es lo que voy a hacer. Me voy a poner a recoger, a limpiar, a quedarme en mi casa, porque si no, la angustia y la ansiedad te ganan”.