Por ser figuras públicas, los famosos son un blanco fácil para la infidelidad.

Peor aún. Algunos, particularmente las celebridades masculinas, a veces les satisface que el mundo entero conozca de sus aventuras amorosas fuera del noviazgo o del matrimonio. Los hace sentir más machos.

De acuerdo con la psicóloga Mineira Serrano, el poder, el dinero y la fama que rodean a los famosos hacen que estas celebridades se conviertan en presas fáciles para la deslealtad, donde muchas veces, por ser figuras públicas, no comparten tanto con su pareja y eso se presta a que se relacionen con otras personas.

“Hay casos de parejas de famosos donde ambos se dan permiso para estas aventuras, es decir, que permiten que se abran unos espacios para que ese evento ocurra, pero hay otros casos que no, como ocurrió con el caso de Tiger Woods y su esposa Elin Nordegren, y más recientemente el de la actriz Sandra Bullock y su cónyuge Jesse James”, abundó Serrano al ser entrevistada por Primera Hora.

De acuerdo con la profesional de la conducta humana, en muchas ocasiones cuando salen a relucir escándalos como el de Tiger Woods y Sandra Bullock, los arrepentimientos públicos responden al temor de que pueda dañarse la imagen.

“Como los escándalos de los famosos salen a la luz pública, ellos saben que sus hijos y su familia van a ser afectadas ante el impacto de la noticia. Claro, también puede haber un arrepentimiento genuino porque en ocasiones la infidelidad ocurre, no por intimidad emocional, sino por intimidad sexual”, explicó la doctora en psicología.

Serrano también indicó que la fama, el poder y el dinero de las estrellas llaman lo suficientemente la atención como para poder obviar el hecho de que la persona no sea considerada físicamente atractiva.

“Como tienen el dinero y la fama, pues llaman la atención. Por eso es que aunque la persona no sea tan atractiva para muchos, llega a tener varias aventuras con distintas parejas”, afirmó la entrevistada.

Al indagar en los escándalos más recientes de infidelidad de famosos, Serrano opinó que el tiempo en que, por ejemplo, estuvo el golfista Tiger Woods en rehabilitación por adicción al sexo, no fue suficiente.

“Un mes o dos meses es poco tiempo para que una persona sea rehabilitada, sobre todo si ya existía ese patrón de conducta”, indicó la doctora.

Según Serrano, los escándalos de infidelidad de figuras públicas conocidas también son dulces para las revistas, los programas de televisión, la radio y los tabloides por varias razones.

“Por la mentalidad morbosa de saber por qué el famoso realizó ese acto y cuando se habla de ellos son vistos por el público como personas muy distintas, como si fueran de otro planeta”, concluyó la psicóloga.