La telenovela en la que para muchos se ha convertido el proceso de divorcio entre Cristian Castro y Valeria Liberman continuará este martes, 1 de julio, pero con un nuevo personaje: Verónica Castro.

Según la agencia de noticias Notimex, Verónica Castro fue citada a declarar en el juicio de divorcio de su hijo y la argentina, según documentos legales presentados ante un tribunal de lo familiar.

Esto luego de que Liberman y sus abogados solicitaran a la corte tomar en privado el testimonio de la actriz, quien deberá dar detalles de todos los fondos económicos y propiedades de su hijo y que ella tiene a su nombre en México desde el 1 de junio de 2007.

La actriz debe presentar documentos de propiedad de una casa que ella le regaló a Cristian, de los pagos a los abogados de su hijo y del dinero recibido en entrevistas conjuntas a medios, según un informe de TeleFutura que presentó los documentos de la corte.

De acuerdo con la cadena de televisión, Verónica ha sido requerida para el próximo 1 de julio en las oficinas de los abogados para rendir testimonio, pero podría excusarse; sin embargo, no podría eludir en el futuro otra cita porque podría ser acusada de “desacato”.

Una audiencia de 15 minutos está programada por el tribunal ese mismo día, pero sería para atender una moción de los abogados que solicitan al juez que se le realice una nueva evaluación psicológica a Cristian.

Otra reunión de tres horas está prevista para el próximo 15 de julio, según dijo a Notimex un vocero de la corte.

El melodrama Castro-Liberman empezó el 19 de febrero cuando la argentina interpuso la demanda de divorcio al cantante. Fue el 29 de abril cuando la pareja se vio las caras en una audiencia de Miami donde el intérprete de “Azul” confesó haber golpeado a su ex mujer y su madre.

A principios de junio, Cristian instruyó a sus abogados a responder la demanda y pedir que no sean divididos los activos que ganó antes de casarse, así como recuperar la propiedad intelectual de sus canciones.

Desde entonces, ha habido una cruzada de acusaciones y, sobre todo, una lucha incesante para ver quién se queda con qué. En el medio de este desagradable enfrentamiento legal se hallan los pequeños Simone y Mikhail Zaratustra, hijos de la pareja a quien el cantante sólo puede ver en visitas vigiladas.