La esposa del salsero Ismael Miranda pide a los seguidores y al público en general que sigan orando por su recuperación, lo cual será un proceso de cinco a seis meses, según han estimado los médicos.

“Lo que a Ismael le dio fue un infarto, fue grande, y tenemos a Ismael con nosotros por la misericordia de Dios”, expresó Janice Batlle, quien está al cuidado del cantante en el hogar. Previo a llegar a la casa hace dos días, estuvo internado por alrededor de tres semanas en un centro de rehabilitación.

“Ahora mismo está en un proceso de recuperación que va a durar unos meses, pero está bien, está de buen ánimo, y está en las de luchar por sentirse tan bien como antes de que todo esto pasara”, dijo la esposa, quien cuenta con el apoyo de los cinco hijos del artista. “Todos estuvieron aquí tan pronto él tuvo la situación y la mayor vino a ayudarme cuando él iba a entrar al hogar y la semana que viene, viene otro de los hijos. Todos estamos en el mismo propósito y en la misma meta de que él logre lo que queremos, que es volverlo a tener como siempre”, afirmó.

“El Niño Bonito de la Salsa” fue intervenido de emergencia el pasado 22 de enero tras presentar “unas molestias y con fuertes mareos que afectaron su rutina diaria”, según el comunicado de prensa que publicó entonces la familia. Hasta ese momento, Miranda no presentaba condiciones de salud y un par de horas antes, se había vestido elegantemente para una actividad.

“Está tranquilo, me imagino que llegan momentos en que se deprimes= un poco, pero eso es parte de todos los procesos de la vida y más cuando sabes que tienes a tu lado un Dios que está contigo, y es el que te ha permitido esta oportunidad, así que es más agradecimiento que otra cosa”, expresó Batlle. “Nos hemos encargado de decírselo, que es un hombre amado, y de que es un hombre respetado y eso se lo digo constantemente para que él sepa que no solamente va a luchar por él, sino por su familia y por la gente que lo ama”, puntualizó la esposa.

Batlle exhortó a las personas en general a aprender a “vivir el día a día, disfrutarlo, olvidarnos de los enojos, de los problemas, porque si son problemas no se pueden resolver, así que hay que dejarlos en la manos de Dios para que él sea el que se encargue porque sabes de ahora, pero no de lo que pasará en una hora”.