No, él no es el “Padrastro Pepe”. Puede que se parezca en algunas cositas, pero para Joan Tucci, más que un padrastro o un papá postizo, el productor Emmanuel “Sunshine” Logroño es sencillamente Sunshine.

Padrastro e hijastra comenzaron su relación hace 25 años, cuando la productora Gilda Santini (mamá de Joan Tucci) comenzó su relación con el comediante. Ninguno de los dos estaba preparado para asumir esos roles de padrastro e hijastra –con toda la carga social que puedan tener estas palabras– así que optaron por dibujar su propia relación en la que el humor ha sido la clave.

“Yo diría que somos como panas. Cuando era más chiquita, éramos mucho más unidos y siempre estábamos inventando, todas esas cositas que ahora hace con Alek (su hijo de siete años), era lo mismo que hacíamos. Siempre recuerdo que donde vivíamos antes Sunshine tenía su estudio original de Manteca y nos encerrábamos ahí horas a hacer películas de extraterrestres y hacer charrerías de ésas”, dice entre risas Joan Tucci, quien tiene 31 años de edad.

Sunshine, por su parte, destaca que se ganó la confianza de Joan poco a poco y que ha sido “tremenda discípula”, pues desde que era una niña, le enseñó a desarrollar el humor negro, así como a convertirse en una buena locutora.

“Teníamos un humor negro que era un poco morboso, pero era una cuestión privada, entre nosotros. Yo, por ejemplo, le decía que si no hacía bien la locución, le iba a quemar los pies con cigarrillos calientes y nos reíamos”, relata.

“Un día fue a hacer un doblaje radial y lo hizo de la primera y la gente le preguntó que cómo lo hacía tan bien y ella contesto que 'si no lo hago bien, mi papá me va a quemar los pies con cigarrillos'. Y hubo un silencio sepulcral y más cuando sabían que yo era el padrastro”, agrega el productor, mientras ambos se ríen al recordar el suceso.

De las experiencias que ha tenido como padrastro y de toda la carga negativa que le atribuyen a esa palabra, Sunshine Logroño desarrolló el personaje de “Padrastro Pepe”.

“De ahí es que salió porque al padrastro le quieren atribuir cosas malas cuando, al final, era bien buena gente. Hay padrastros que también son malos, pero también hay papás que son malos”, comunica.

Joan, por su parte, destaca que Sunshine nunca fue una figura de autoridad, pues ese rol le pertenecía a su mamá. Lo que sí señala es que su padrastro siempre ha velado por su bienestar y la ha aconsejado cuando ha sido necesario.

“Soy una persona reservada, pero cuando me pasa algo, vengo a donde él”, dice.

Joan y Sunshine también comparten su amor por los animales, pero lo que en la actualidad los amarra es el pequeño Alek, hijo de Joan.

“Él para mí es un hijo y de verdad que a su temprana edad aprende, quizás no tan rápido como aprendió su madre, pero éste capta todo”, señala.

Sobre las cosas que aprecian uno del otro, Sunshine destaca que Joan es una joven cariñosa y talentosa, mientras que ella dice que de él admira su sentido del humor y la capacidad de ser tan buen “maestro”.