Nueva York. Rita Moreno interpreta a una de las mejores chicas malas de la televisión hoy día. Su atrevida abuela en la nueva versión de One Day at a Time de Netflix es realmente divertida.

Su personaje, “Lydia”, se maquilla para ir a dormir, posee una pistola y es una seductora a sus 80 años. “Salí del vientre de mi madre con los tacos puestos”, susurra el personaje con acento cubano. 

Moreno, una de las pocas EGOT en la industria del entretenimiento, disfruta últimamente de una racha creativa con la tercera temporada del show y su próxima participación en el remake de Steven Spielberg de West Side Story, por la que en 1961 ganó el Oscar como actriz de reparto en el papel de “Anita”. 

La actriz puertorriqueña conversó sobre su rol como la pícara abuela en la serie de Netflix, sus pesares en la versión original de West Side Story y sus ideas sobre el movimiento #MeToo. 

Evidentemente se está divirtiendo mucho con su personaje en esta serie de Netflix. En una escena intenta seducir al novio de su propia hija.

Ella es una sinvergüenza. Esa mujer es absolutamente una sinvergüenza. Es presumida. Es un poco mentirosa cuando le conviene. Lo interesante de este personaje es que tiene un montón de cosas negativas y aun así la gente la ama. La aman por sus imperfecciones.

Cuando le ofrecieron el papel usted pidió algo, ¿verdad? 

Pedí un favor. Les dije: “sé que ella es una abuela y que está en sus ‘setentilargos’, pero debe ser sexual; de otra manera no me interesa”. Y les encantó la idea. Pero se han aprovechado. A veces les tengo que preguntar, “¿realmente quieren que diga eso?”.

¿Por qué era tan importante para usted la sexualidad? 

Creo que porque no es algo que se ve lo suficiente en la televisión y porque la gente tiene una idea extraña de lo que una mujer de 80... bueno, en realidad tengo 87. Estoy interpretando a una mujer más joven. Se supone que ella tiene 77, 78 o algo así. Y no es algo que ves, pero existe. Por eso insistí que fuera una persona sexual.

¿Hay algún inconveniente con el papel?

Lo difícil de caracterizar un papel así es que es muy grande. Ella es bien teatral. Es una diva y es muy fácil dejarse llevar por eso. Así que constantemente estoy pendiente, diciéndoles a los guionistas, “no creo que ella diría eso”, “eso parece muy arbitrario” y cosas así. Y entonces tenemos una discusión. A veces coinciden conmigo y otras veces me siguen la corriente. 

Usted participará próximamente en la nueva versión de West Side Story. ¿Lamenta algo de la original, particularmente de cómo manejaron el aspecto racial? 

Puerto Rico fue colonizada por españoles, (invadida por) holandeses, (tuvo asentamientos) franceses, así que somos de muchos colores. Soy una de esas personas y realmente resentí cuando me pusieron tanto maquillaje oscuro porque no es mi color. Pensaba que todos los “Sharks” debían tener sus propios colores; algunos eran oscuros, otros cobrizos, otros claros. 

Su piel fue oscurecida, ¿no es así?

Recuerdo haberle dicho al maquillista en una ocasión, “realmente detesto ese color porque no soy de ese color”. Y él me dijo: “¿Qué? ¿Eres racista?”. Estaba tan perpleja que no dije nada. No sabía qué decir. Eso también es lo poco que la gente sabe sobre los puertorriqueños. 

Usted creó un fondo para recaudar dinero para ayudar a Puerto Rico tras los huracanes y apoya el programa Meals on Wheels y una clínica sin fines de lucro. ¿Qué la motiva a cooperar? 

Cualquier cosa que involucre el hambre, particularmente los bancos de alimento. Simplemente no puedo imaginar tener hambre todo el tiempo, no puedo imaginar cómo alguien puede funcionar si tiene hambre. Así que eso es lo mío. Todo el mundo tiene un interés particular y, para mí, es el asunto del hambre, siempre. 

¿Se siente alentada por el movimiento #MeToo? 

Creo que hemos estado sentadas mucho, mucho, mucho tiempo. Pero, igual, vengo de una época en la que tenías que ser agradable a los hombres. Recuerdo lo que me decía mi madre. Me decía, “sé una niña buena y si un hombre te dice esto o aquello, lo haces. ¿Ok?”. Y déjame decirte algo, eso tiene su efecto. Y es duradero. Me tomó mucho, mucho, mucho tiempo sentirme independiente. Te diría que hasta hace 10 años. ¿Por qué te sorprende? Así fue que fui criada, en serio. Las cosas han cambiado tan rápido y estoy muy feliz con eso.