Se ponen pa’ su número las discográficas

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Si sueña con ser artista debe pensarlo mejor, o al menos estar claro del panorama al que se enfrenta a causa de la piratería.
Las casas discográficas han tomado medidas estratégicas para contrarrestar las pérdidas en las ventas de discos y una de ellas es ampliar sus servicios para convertirse no sólo en casas de distribución, sino en compañías de talento.
De este modo el sello pasa a ser el representante o manejador del artista, por lo que ganará dinero no sólo de la venta de su música, sino de sus presentaciones, campañas publicitarias y demás.
“Lo que pasa es que eso de la piratería no se va a acabar así. Va a tomar muchos años, y hay que buscar otras alternativas para generar dinero”, dijo una fuente ejecutiva de un sello reconocido a nivel mundial.
Otra salida que ya han tomado algunas firmas discográficas es que al cantante novel le ofrecen grabarlo solamente en formato digital para la Internet.
“Hay discográficas que para probar los artistas, le dicen: ‘Tal vez te voy a grabar cinco canciones digital, y si es un palo (éxito), te hago uno físico (cedé)’”, declaró la fuente, quien entiende que estas nuevas tecnologías son una ventaja para los artistas porque les permiten una mayor vigencia a su música.
Isaac Sakko, propietario de Redemption Studio y cofundador de la firma People Music, reconoce igualmente la importancia de la presencia de los artistas en el mundo digital, pero advierte que todavía hay mucho desconocimiento sobre sus beneficios.
“Todavía en Puerto Rico no hay un auge de grabar sólo para el mundo digital, pero eventualmente (lo habrá), porque cada día son más los artistas que se suman. Antes los artistas decían: ‘No quiero ponerlo digital, porque me lo van a piratear’, pero el asunto de la piratería es falta de información, porque una vez tú imprimes un disco y lo sacas, ya estás expuesto a la piratería”, establece el también músico.
Un caso que sonó con fuerza la pasada Navidad fue la reproducción ilegal del disco “Mi parranda” del cantante Andrés Jiménez. Fue el mismo “Jíbaro” quien se encargó de tomar por asalto a los dueños de varias tiendas de discos en Río Piedras que vendían la versión pirata en lugar de la original.
Nuevo mercado digital
Una nueva puerta de ventas que, asimismo, está permitiendo generar otras ganancias a los artistas y casas discográficas son los famosos downloads, call- backtones y ringtones, que se adquieren a través de tiendas virtuales como iTunes, Rhapsody y Napster.
De este mercado digital legal se benefician más los jóvenes y toda aquella música que apele a ese demográfico, como el pop. El reguetón, en cambio, está en desventaja, porque su público prefiere bajar las canciones gratis.
El público mayor de 30 años fanático, por ejemplo, de Luis Miguel, prefiere tener la versión original, pero también se siente cómodo con ir a su computadora y encontrar la música de su temprana juventud.
“Los costos (en el mundo digital) los puedes ver más accesibles en el sentido de que puedes comprar una canción por 99 centavos, mientras que un cedé te sale hasta en $20”, detalló Sakko.
“Por eso es que mucha gente piratea las canciones o las bajan, porque dicen: ‘Wow, este cedé me cuesta $15, y lo que me gustan son tres canciones, y si las compro digital me salen en alrededor de $3’”, puntualiza.