Ya hemos visto los titulares: se mudan los doctores, se mudan los maestros, se mudan los especialistas… y sí, se están mudando los transformistas -o drag queens- boricuas. 

Con el pasar de los años, el arte del transformismo -disfrazarse o caracterizar al sexo opuesto- se ha popularizado en la música, televisión y cine. Puerto Rico no se ha quedado atrás y ha dado grandes nombres dentro de la escena, como Nina Flowers, Yara Sofia y Alexis Mateo, entre otros. 

Incluso, en uno de los programas más populares sobre el transformismo, RuPaul’s Drag Race, desde su creación hace 10 años, 12 puertorriqueños han participado, tres de ellos cargando el premio de Miss Congeniality. 

“No puedes tener un programa de transformistas sin puertorriqueños”, relató Michelle Visage, jueza del programa desde la tercera temporada, en una entrevista con NPR Latino USA. “Cuando me involucré en la escena en Nueva York, era siempre con puertorriqueños”.

“Las puertorriqueñas pusimos algo especial, dejamos la huella y es algo muy lindo”, relató, por su parte, José David Sierra, mejor conocido como “Jessica Wild”. 

Sin embargo, de esos 12 puertorriqueños, solo dos permanecen en la Isla. El resto se está mudando a ciudades como Austin, Texas; Orlando, Florida; y Los Ángeles, California. 

¿Las razones? 

Del grupo de transformistas boricuas, varios coincidieron que entre las razones para emigrar están la situación económica de la Isla, la merma poblacional y el factor cultural de que no son reconocidos en su patria como un grupo de artistas, sino que se les margina. 

April Carrión, quien participó de la sexta temporada de RuPaul’s Drag Race y sigue viviendo en la Isla, explicó, por ejemplo, la merma en los espacios donde presentarse.

“Muchas ‘dragas’ han salido de aquí porque encuentran que sí se puede vivir de ser un transformista, pero aquí no, porque no hay muchas oportunidades, porque no hay muchos lugares para exponerse”, explicó.

Además, señaló que en Puerto Rico el pago es muy por debajo a otros lugares, como en clubes en Estados Unidos en los que el público acostumbra a dar propina y las audiencias son mayores. 

“De esto vivimos y le invertimos mucho tiempo, pero el puertorriqueño no está dispuesto a pagar por estos shows lo que corresponde”, acotó. 

Para su parte, Cynthia Lee Fontaine, boricua que trabaja en los Estados Unidos, señaló que la situación económica en general de la Isla y la merma poblacional son los dos grandes factores. En su caso, explica que todo es como un efecto dominó: menos gente en la Isla, menos jangueo, menos generan las discotecas y solo les queda cerrar. 

 “Yo pienso que todo este fenómeno ha sido por un factor económico. Yo lo veo desde el punto de vista de negocios, tú tienes un club, el club al principio genera una cantidad de dinero, pero eventualmente no, y si no te está generando el dinero tienes que cerrar”, indicó. 

Para Jessica Wild, la razón es la falta de apoyo local a la escena de las drag. 

“María jodió a todo el mundo, o sea esto fue algo demasiado fuerte. Pero hablando del drag, el drag está jodío antes del huracán, aquí en Puerto Rico no nos dan la oportunidad ni el respeto que este arte se merece”.

Wild, quien ha participado en comerciales y se ha presentado como bailarina con Miley Cyrus, explicó que en otros lugares las personas respetan este tipo de espectáculo y hasta van en familia a disfrutar del show. 

Al igual que Wild, Amalara Sofía, Miss Gay Puerto Rico 2018, asegura que el éxodo seguirá si no hay apoyo local. Incluso, recalcó que es un tema que se puede explotar en la Isla para generar dinero con los turistas. 

“Puerto Rico necesita eso, Puerto Rico necesita dejar los estigmas a un lado y usar el transformismo como plataforma para generar dinero”, refiriéndose a que los espectáculos de los puertorriqueños están bien cotizados en los Estados Unidos. “Se podría apostar por ese arte”.