La secretaria de Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de Adolf Hitler, asegura no tener remordimiento por su vinculación al régimen que encabezó la Segunda Guerra Mundial y que mató a millones de inocentes por razón de origen.

Brunhilde Pomsel, que en la actualidad tiene 105 años, concedió una entrevista al medio británico TheGuardian en relación a una cinta sobre su vida llamada The German Life, que está corriendo ya en diversos festivales fílmicos. La mujer hoy día ciega y residente en Munich recuerda a Goebbels, hoy día considerado un criminal de guerra, como un hombre con sus uñas siempre arregladas con manicura y el padre de unos hijos bien educados, que siempre.

Tenía buena relación con la esposa de Goebbel, Magda, quien incluso le regalaba ropa, según The Guardian.

Pomsel no siente remordimiento, de hecho dijo a The Guardian que concede entrevistas en la actualidad por el filme pero “no es para nada porque quiera limpiar mi consciencia". La mujer es descrita como probablemente la última sobreviviente del círculo íntimo del régimen nazi.

Para ella, su cercanía a Goebbels, “era simplemente un trabajo más” y aunque su trabajo incluía manipular las estadísticas de soldados alemanes caídos y exagerar las supuestas violaciones cometidas contra mujeres alemanas por tropas aliadas, la anciana indica que su trabajo era “escribir a maquinilla en la oficina de Goebbels”.

“Yo sé que nadie me va a creer, todos creen que sabíamos todo. No sabíamos nada, era todo un secreto bien guardado”, dijo Pomsel, quien incluso se creía el relato de que los judíos eran enviados a villas en el norte de Alemania para repoblarla, incluyendo a una amiga suya de nombre Eva Löwenthal. “Lo creímos, lo tragamos, era enteramente posible”, dijo la centenaria mujer.

Supo de Eva cuando acudió a un centro de información de un memorial dedicado al Holocausto inaugurado en el 2005 en Munich, y descubrió que su amiga fue enviada en noviembre 1943 a Auschwitz, uno de los centros usados por los nazis para matar con gas a los judíos, y declarada muerta en 1945.

Pomsel pasó los últimos días de la guerra en el bunker en el que se ocultó Hitler y Goebbels antes de que manos se suicidarán en medio de la inminente derrota ante las fuerzas aliadas. Ella y otro personal allí encerrado prepararon una bandera blanca con sacos de arroz y anunciaran su rendición a soldados rusos.

La mujer pasó 5 años presa en cárceles rusas por su vinculación al régimen nazi, y luego retomó su vida como secretaria, retirándose a los 60 años.