Más que una propuesta teatral, la puesta en escena “Vidas en rosa” cumplió con dos propósitos: darles un abrazo solidario a las personas con cáncer y acentuar la importancia de la detección temprana de esta enfermedad.

Esta pieza es una idea original de la productora Karen Pizarro, quien no dejó que el cáncer se propagara por su cuerpo, aunque aún se mantiene alerta.

Ella puso en manos del dramaturgo Héctor Méndez su experiencia y la de otros pacientes con la intención de hablar sobre un tema poco trabajado en las tarimas teatrales, y de ahí nace “Vidas en rosa”, que se escenificó este fin de semana en Teatro Coribantes, en Hato Rey.

La obra reúne a cinco personajes con la misma interrogante: ¿Por qué el cáncer les tocó a ellos? El punto de encuentro es un centro de quimioterapia, donde cada uno expone su situación particular.

El personaje principal es “Ivette”, interpretado por Sara Pastor. Ella está de pie por su fuerza, fe y esperanza, aunque su avanzada enfermedad le ha deteriorado su físico, muy bien trabajado por la maquillista Marta Colón.

“Ivette” es el árbol que sostiene todas las ramas, compuestas por los demás personajes, “Paola” (Christie Miró), “Ángel” (José Brocco) “Zuleyka” (Naymed Calzada) y “Zoraida” (Lucy Ann Ramos).

“Paola” representa la juventud y sufre el rechazo de su pareja después de quedarse sin uno de sus senos. “Ángel” altera las estadísticas al sumarse al grupo de personas con cáncer de mama, en su mayoría mujeres.

Mientras, “Zuleyka” no cuenta con el apoyo de sus familiares quienes, además, la han apartado de sus vidas por ser lesbiana. Por último, “Zoraida” representa a la mujer que cuida su alimentación, no fuma ni ingiere bebidas alcohólicas, pero comoquiera el cáncer llegó a su vida. Todos serán tocados por “Ivette”, sinónimo de lucha.

Todas las historias son válidas porque presentan un abanico de situaciones con las que los espectadores se pueden identificar con facilidad. Fue interesante apreciar cómo la humanidad de los personajes logró calar en el público, que se rió y lloró con los distintos relatos.

El grupo de actores se desempeñó con excelencia en escena, en especial Christie Miró y Sara Pastor. Ambas se merecieron aplausos, cuando la más joven del grupo, “Paola” (Christie), le revela su sufrimiento tras el abandono de su novio (Miguel Marrero), quien no puede mirar su cicatriz. “Ivette” (Sara) le da una lección sobre qué cualidades posee una mujer, más allá de dos senos. Ese encuentro de solidaridad recibió fuertes ovaciones.

Otro de los aciertos del texto fue el momento en que los personajes se transportaron al pasado para recordar cómo reaccionaron sus seres queridos cuando les informaron que tenían la enfermedad. Esta movida al pasado no interrumpió el ritmo de la pieza.

La escenografía y luces, a cargo de Norberto Barreto y Rhett Lee García, respectivamente, lograron dar la sensación de frialdad propia de los hospitales.

En la obra participaron además Yamil Hernández, hijo de “Ivette”; Johanna Prado, compañera sentimental de “Zuleyka”; y Nelmaris Ramos como la enfermera.

“Vidas en rosa” continúa el próximo fin de semana en Teatro Coribantes, en Hato Rey. Para boletos, llame al (787) 754-1991 y al (787) 767-7400.