“Me importa sobremanera que ella sea mejor que yo”.

La presentadora Yulianna Vargas confiesa que el compromiso maternal hacia su pequeña Anna Victoria no se limita a solo brindarle lo mejor, sino a guiarla para lograr su máximo potencial como ser humano.

“Anna Victoria nació un 4 de enero del 2019 y desde ese entonces mi vida ha cambiado trascendentalmente”, reflexionó sobre la llegada de la niña a su vida. “La visión del mundo es otra. La vida se torna un poquito más compleja porque tienes una razón más importante por la que vivir y por la que salir hacia adelante, no solamente por mis sueños y por lo que siempre quise, sino que ahora tengo una responsabilidad mayor que me ocupa toda mi vida, todos mis días y, más aún, toda mi mente”, confesó.

El talento de Lo sé todo (WapaTV) reveló que ahora duerme menos y se preocupa más.

“Ya no puedo dormir hasta las 7:00, ahora es hasta las 3:00, 5:00 de la mañana”, compartió sobre los ajustes como parte de la crianza. “Yo no desayunaba y ya tengo que irme a desayunar porque a ella le gusta que coma con ella”.

El compromiso constante por velar por su bienestar ocupa su mente las 24 horas del día.

“Es un amor bien rico. Es el amor más grande del mundo, pero es un amor que duele porque todo el tiempo estás preocupada porque no se vaya a caer, no se vaya a golpear cuando no está conmigo, que no se vaya a comer algo que no debe, que no vaya a meter el dedito en un enchufe. Tú estás todo el tiempo pensando en eso”, confesó.

Los elogios para su chiquita, como madre orgullosa al fin, abundan.

“Es una nena bien buena. Es tranquilita. Es una nena bien observadora, bien detallista, bien despierta”, describió ilusionada. “Dice papá, mamá, agua. Es bien parlanchina. Le gusta repetir mucho. Todo lo que ve, lo imita. Cuando yo me empiezo a reír, me imita riendo. Tiene mucho carácter”, añadió, para confesar que en esto último tiene bastante de ella.

“¡Es en lo único que salió a mí, en el carácter, porque en físico, nada! Todo es el padre”, afirmó entre risas.

Si bien brindarle el mayor conocimiento como parte de una crianza constructiva es una misión de todos los días, de Anna Victoria también ha recibido enseñanzas.

La bebé nació en enero del año pasado.
La bebé nació en enero del año pasado. (Instagram)

“Me ha enseñado el verdadero amor”, mencionó con firmeza. “La fragilidad de las cosas, de la vida. El despertarme con una verdadera razón de vivir”, confesó pensativa Yulianna, y compartió que como parte de la dinámica para cumplir con su rol de madre y sus compromisos laborales, “la clave es la organización”.

En este sentido, la pequeña pasa varias horas del día en un centro de cuidado infantil cercano de su lugar de trabajo.

“Tenía esa necesidad de que, si algo pasaba, ya sea una emergencia, o a nivel nacional, como son los temblores, lo que sea, necesitaba tener mi tranquilidad emocional de que estoy cerca”.

Celebrará diferente

La crisis de salud por la pandemia del coronavirus trae la realidad de una celebración del Día de las Madres diferente a lo acostumbrado, teniendo en cuenta las recomendaciones de distanciamiento social.

“Eso me pone triste, bien dolida”, confesó con pesadumbre. “Es una situación en la que yo veo que no voy a poder estar con mi mamá, que ella es la que me enseñó todo lo que puedo aportar a mi hija, es algo que valoro de mi mamá”, lamentó. “Pero son procesos que tenemos que asimilar y que tenemos que convertirlos en positivismo y pensar en lo bueno que le vamos a sacar a todo esto”.

Sin embargo, la frustración no le restará sus ánimos de festejar.

“Me compré un barbecue pequeño. Tengo una piscina chiquita para Anna Victoria. Así que yo misma me celebraré, con mi marido. Los tres juntos”.