La tuna española se ha convertido en una seña de identidad de Puerto Rico que casi la ha tomado como propia y que ahora en la época navideña cobra más fuerza.

Así lo desvela el libro "Historia de la Criollización de las tunas en Puerto Rico", de la profesora Beatriz González, quien en entrevista con Efe explicó este viernes que las tunas, agrupaciones universitarias musicales con siglos de historia, llegaron a Puerto Rico por vez primera desde España al final del siglo XIX, aunque el cambio de soberanía a Estados Unidos en 1898 supuso una ausencia de estas hermandades de más de 50 años.

 "Algunos puertorriqueños no saben muy bien qué son las tunas y esta es una de las razones por la que me decidí a escribir el libro", asegura esta profesora de Estudios Sociales en una escuela de educación secundaria del municipio de Cayey, donde hoy se presenta el libro.

 González detalla que no sería hasta 1961, cuando la Tuna Hispanoamericana del Colegio Mayor de Nuestra Señora de Guadalupe visita Puerto Rico, el momento en que se consolidan los orígenes de estas agrupaciones musicales universitarias en la isla.

"En esa visita se forja el origen de las tunas en Puerto Rico", destaca González, tras explicar que es en ese contacto cuándo los universitarios puertorriqueños se "empapan" de esa tradición y deciden sumarse haciéndola suya y creando sus propias agrupaciones.

"En el mes de octubre de 1961 se funda la Tuna de la Universidad de Puerto Rico, en el campus de Río Piedras, y en diciembre se realiza la primera presentación", recuerda la profesora sobre lo que fue el nacimiento de las tunas en el territorio caribeño.

La Tuna de la Universidad de Puerto Rico se convirtió con el paso de los años en una auténtica institución reconocida internacionalmente en los muchos viajes que ha realizado al extranjero, destaca.

"La Tuna de la Universidad de Puerto Rico ha tratado siempre de mantener la costumbre española", cuenta sobre esta prestigiosa entidad.

Frente al seguimiento estricto de la tradición española aparece la Tuna estudiantina de Cayey, fundada en 1964 y que adopta formas, ritmos e, incluso, vestimenta distinta en lo que González denomina como un proceso de "criollización" que acerca esta hermandad a la cultura autóctona puertorriqueña.

"La Tuna estudiantina de Cayey realiza cambios tan importantes -respecto a la tradición española- que algunas otras agrupaciones ni siquiera la consideran tuna", subraya.

En la idiosincrasia de esa tuna jugó un papel destacado su fundador, Juan Ángel Nogueras, que le dio el carácter que todavía la hace ser considerada como una de las más representativas de todo Puerto Rico.

Actualmente en la isla hay algo más de una veintena de tunas, mayoritariamente estudiantiles asociadas a universidades, aunque también existen algunas formadas por antiguos estudiantes que han tratado de seguir la tradición y que tienen un carácter más profesional.

"El fenómeno musical de las tunas tiene una dimensión más grande de lo que muchas personas piensan, ya que muchas canciones de parranda -de las que se tocan en la época navideña que ahora llega- son de las tunas, en especial de la de Cayey", subraya la autora del libro.

Dijo que en Puerto Rico el "tuno lo es para toda la vida", gracias a que trata de mantener esa costumbre y valores durante toda su existencia.

"Hay tunos estudiantes y profesionales, en agrupaciones que son mixtas y también sólo de mujeres", asegura González, después de explicar que el requisito de entrada es el de saber tocar un instrumento, aunque no haya que ser un músico profesional.

"En muchas tunas hay músicos de oído", recuerda la escritora, para quien en los próximos días "se activará" la presencia de las tunas en las calles con la época navideña.

Respecto a la fama que en algunos países persigue a los tunos de ser malos estudiantes o vagos, matiza que en la isla es todo lo contrario y que pertenecer a esas hermandades les "ayuda a ser buenos estudiantes".

"Las antiguas serenatas -a mujeres- les dieron, quizá, mala fama, pero se trata del pasado", aseguró, para destacar que en las tunas en Puerto Rico hay reglas a seguir en unas instituciones que llegan a considerarse familias que se conservan toda la vida.

González posee un bachillerato en Artes en Educación Secundaria con concentración en Historia por la Universidad de Puerto Rico.

La profesora terminó en diciembre de 2015 una maestría en Artes con especialidad en Historia de Puerto Rico y el Caribe en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.

La tesis de esa maestría es la base de "Historia de la Criollización de las tunas en Puerto Rico".