La cantante española Concha Buika sueña con que mencionen su nombre en la entrega de premios Grammy Latino, pero sus esfuerzos no giran en torno a ese momento.

Ella justifica ese deseo con su crianza en un “pequeño barrio” en Palma de Mallorca, lugar que inmediatamente relaciona con el tamaño de Puerto Rico para establecer su identificación con esta tierra.

“Todo me gusta porque es divertido. Es lindo que te mencionen. Una de las cosas que comparto con mis amigos de Puerto Rico es que cuando nacemos en lugares pequeños no tenemos la capacidad de llegar a creernos grande. Vengo de un barrio y no es fácil. Por eso, cada vez que me mencionan es un sueño, aunque ellos no saben lo que dicen cuando me mencionan. Por lo menos, me sirve para vacilar a mi madre”, comentó quien se vive la música desde el flamenco, el jazz, el bolero, las coplas, el soul y el pop.

La intérprete está nominada en el renglón de grabación del año por el tema La nave del olvido de su álbum La noche más larga.

Después de imaginarse en ese escenario mañana, cuando se lleve a cabo la gala en Las Vegas, la artista dijo en un tono más serio que realmente valora otro tipo de premios.

“Un premio es llegar a casa en un ambiente feliz. Que en 100 años, hayas dejado un legado con tu música, que mires a tu hijo y te diga que eres grande. Que tu novio te deje mirando para Culebra. El mío es comer algo riquísimo. El que esté viviendo su vida completa por un Grammy, se pierde de otras cosas”, comentó.

Buika se presenta este domingo en el Centro de Bellas Artes de San Juan como parte de su gira La noche más larga. La intérprete aún se sorprende al pensar que es la tercera vez que se presenta en la isla en los últimos cuatro años.

“Tengo la sensación de que es un lugar que acoge a todo el mundo. Es una tierra caliente y es muy difícil no ser invadida por esa luz”, expresó la cantante de origen guineano.

Su experiencia como intérprete de los temas Por el amor de amar y Se me hizo fácil en el filme La piel que habito, del cineasta español Pedro Almodóvar la impulsó a involucrarse en el arte cinematográfico con su hermano Robacho Buika. El guión de la cinta De la soledad al infierno tuvo como punto de partida un cuento de ella con el mismo nombre.

“En el cuento, del que él se inspiró, hablo de escritores, músicos, periodistas, pintores. Son carreras solitarias. Quise dibujar el agotamiento detrás de estas profesiones. Lo bonito y lo raro que es”, mencionó sobre la película que estrenará próximamente.

Buika dijo que no escoge el medio de comunicación para expresar su arte, sino que el proceso de selección forma parte de un “trance”.

“Estoy en un trance y me meto en un disco, en otro trance y me meto en cuento, en otro trance y estoy con un tío bueno en la cama”, comunicó sin contener la risa. Sobre lo último, dijo inmediatamente que es “mentira y no fue nunca”.