Los Ángeles. Ni la crítica ni el público general se ponen de acuerdo en acertar si el puertorriqueño Álvaro Díaz es reguetonero, rapero o ‘trapero’, pero todos coinciden en que su disco “Felicilandia” (2021) lo ha catapultado como una de las figuras más prometedoras de la escena urbana en español.

Ahora, tras una exitosa gira en España y después de vender más de seis mil entradas para uno de sus conciertos en septiembre en la Ciudad de México, anuncia que comenzará 2023 estrenando un nuevo álbum titulado “Sayonara”.

“Me siento muy seguro de los proyectos en los que estoy trabajando. No paro de renovarme, de buscar sonidos y de retarme musicalmente”, aseguró Alvarito, como se le conoce popularmente.

A sus 31 años, Díaz ha ido adquiriendo protagonismo progresivamente en el panorama musical de Puerto Rico, que es lo mismo que decir en toda Latinoamérica y España, debido al ineludible impacto que tiene cada canción que se viraliza en este archipiélago y semillero de talento hispano.

Su carrera se remonta más de una década, cuando se convirtió en uno de los impulsores de los ritmos de ‘trap’ en Puerto Rico a través de la plataforma SoundCloud, ya en desuso, para luego transitar hacia otros géneros y mudarse a Los Ángeles.

Atrás quedó también una adolescencia en la que encontró inspiración en la película “8 Mile”, protagonizada por Eminem, sus tardes en las calles de Hato Rey ligado a las batallas de rap y sus primeras experiencias con un bajo en las manos emulando a uno de sus grupos favoritos de pop-punk: Blink-182.

Por este motivo, artistas ya reconocidos como C Tangana, Rosalía o Myke Towers han mostrado admiración por sus composiciones y le han brindando su respeto.

Las mieles de alcanzar a un mayor volumen de seguidores le han llegado en 2022, pero Díaz siempre ha evitado relacionar sus números de visitas con que su música llegue realmente a sus fans.

“Los números no siempre tienen significado en la vida real. Hay muchos artistas con millones de visitas que no conectan con su público”, explicó.

El puertorriqueño busca ser él mismo, seguir desarrollando “un estilo propio” para crear una base sólida de oyentes dispuestos a explorar con él cada una de las etapas de su proceso creativo.