Bien representados en el Congreso Mundial de Niños y Jóvenes en Salsa
El evento de baile internacional contará con más de 350 participantes.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Tan pronto comienza a sonar la música, el rostro de Glerrys Flores Pacheco se transforma.
Enseguida, fija su mirada en un punto central, sella sus labios en un piquito, como haciendo una trompita, y sube la cabeza con actitud. La salsa se acelera y la niña de ocho años gira su cabeza, empieza a mover la cintura, sube los brazos, da vueltas y agita sus hombros. Su rostro es para entonces todo un carnaval de muecas rítmicas que provoca los aplausos y gritos de sus compañeros de baile.
“La salsa yo me la vivo porque me gusta y me encanta”, expresa la niña, luego de concluir un ensayo con su pareja de baile Javier Cartagena, de nueve años de edad.
Glerrys Flores Pacheco, junto con otros 32 niños y jóvenes de la escuela Danzar, en Juana Díaz, lleva tres meses ensayando para su presentación en el séptimo Congreso Mundial de Niños y Jóvenes en Salsa, el cual se llevará a cabo del 29 de junio al 2 de julio en el hotel Conrad Condado Plaza, en San Juan.
El coreógrafo y bailarín puertorriqueño Edwin Rivera es el responsable de que este evento se celebre por primera vez en Puerto Rico. El joven de 28 años explicó que el congreso fue creado por el fenecido coreógrafo David Meléndez en el 2005 en Orlando (Florida) con el fin de atraer a niños y jóvenes a bailar salsa y así continuar cultivando este género musical entre las nuevas generaciones.
Luego que Meléndez falleció en el 2007, Edwin Rivera quedó a cargo de este evento que recibe a niños y jóvenes de diversas partes del mundo. Este año, por ejemplo, participarán alrededor de 350 bailarines de Puerto Rico, Colombia, Venezuela, México y Japón, así como de Nueva York, California, Texas, Connecticut, Orlando, Chicago y Miami.
“Es un show para el público, para que vean este movimiento y que se inspiren con la juventud”, expresó el coreógrafo, quien visitó la academia de baile de Juana Díaz para saber cómo se está preparando este grupo.
Edwin Rivera es un fiel creyente de que el baile tiene el poder de transformar a la juventud. Cuando tenía 13 años de edad, el joven estaba metido en diversas gangas en el barrio del Bronx, en Nueva York. Su madre pudo sacarlo a tiempo de las calles y lo puso a tomar clases de baile de salsa con David Meléndez.
“Yo no sabía lo que era un pasaporte porque yo era un muchacho de escasos recursos que sólo viajaba de Puerto Rico al Bronx y la salsa me expandió la vida. Pude conocer a gente de todas partes del mundo y conocer diferentes culturas. Eso me cambió la vida”, expresó el coreógrafo, quien tuvo su propio programa de televisión en Chile, previo a hacerse cargo del congreso.
La directora de la academia Danzar, en Juana Díaz, Lilliam Cruz, aplaudió la iniciativa de Rivera, a la vez que coincidió con éste en torno a que el baile es un buen antídoto contra la violencia.
“Creo que es una oportunidad fabulosa para que los niños y jóvenes puedan exponer el talento que ellos tienen. Eventos como éstos sirven para sacarlos del ambiente negativo que se vive en la Isla”, apuntó Cruz.
En el salón de ensayo, mientras tanto, la concentración y la disciplina del grupo eran evidentes.
Jerry Flores, padre de Glerrys, se encargaba de animar a los dos grupos de baile de la academia: a los 23 que forman parte de Reyes del Mambo Team (10 a 16 años) y a los 10 del Mini Taller Reyes del Mambo (seis a nueve años).
“Vamos, vamos, una sonrisa, riendo, eso, eso”, decía Jerry Flores. A la vez, los niños y jóvenes jugaban con el ritmo salsero porque, como dijo Obrian Hernández, uno de los bailarines del grupo de 14 años: “La salsa es vida; es como un juego porque te entretienes”. Así de sencillo.
El séptimo Congreso Mundial de Niños y Jóvenes en Salsa está abierto al público general a un costo diario de $35 por persona. Las inscripciones para el evento todavía están abiertas a través de www.childrenteensalsacongress.com.