Luego de años de coquetear con una experiencia diferente, Charlie Sepúlveda está listo para sacar a la luz una de sus mayores ambiciones como productor: llevarle “musica buena” a generaciones jóvenes combinando ritmos urbanos con su conocido “latin jazz”.

El trompetista boricua se lanza a todas con “Tira pa’ lante”, una nueva propuesta musical que cuenta con el talento de los cantantes Rafa Pabón y Gilberto Santa Rosa, y con el que le dará una probadita al público de lo que será “Urbajazz”, su próximo álbum que saldrá el próximo 22 de marzo.

“Los jóvenes merecen escuchar música hecha con música de verdad, no con sonidos enlatados”, expresó el laureado músico a Primera Hora sobre la producción que nació luego de tres años de buscar exponentes del rap, reguetón y hip hop latino que compartieran un elemento fundamental del género en el que lleva aportando más 30 años de su carrera, fluir con la música y crear al instante desde una melodía escrita.

“Nosotros logramos simular pistas con instrumentos en vivo. Escuchábamos un sonido de una canción de reguetón, un tema de trap o una producción de jazz latino, y el baterista mío tocaba el ritmo; comenzamos a preparar acordes y melodías por encima de esa pista. Es una fusión bien sólida”, manifestó.

En cuanto a su tema con Pabón y Santa Rosa, el músico neoyorquino aseguró que ese encuentro donde la salsa y el reguetón se dan la mano fue “cosa de Dios”.

“Eso fue casi un milagro, porque tenía otro muchacho que no pudo hacerlo, mientras el que me iba a hacer los coros era Oscarito ‘El más loco’, pero tampoco pudo porque se enfermó. Así que tuve el atrevimiento de hablar con Gilberto a ver si lo quería hacer, y él no titubeó y dijo: ‘¿a qué hora voy al estudio?’. Mientras que Rafa me llamó a mí porque como hice un tema con Danny Fornaris, y me dijo que él quería hacer algo conmigo, todo cayó por bendición de Dios”, manifestó el también compositor.

Sepúlveda aseguró que el fin de “Urbajazz”, que contará con la participación de otros exponentes como Wiso G y PJ Sin Suela, no quiere enajenar a los más jóvenes, sino introducir a dicha audiencia a una experiencia que se lleva dando desde finales de los 1990 con la introducción del “acid jazz”, género que combina los efectos electrónicos del funk, soul, hip hop y disco con los sonidos oriundos de las comunidades de Nueva Orleans en Luisiana.

“Yo tengo mi público, tengo mi gente que me sigue desde hace mucho tiempo, pero poco a poco quiero captar la atención de aquellos jóvenes que están comenzando a tener interés en el jazz. Pero aprovechando la colaboración con estos raperos y la mezcla de todos ellos creo que vamos a llegar a un público más grande. Queremos que los jóvenes escuchen música que no venga de una cajita de ritmos, no de pistas, sino que venga de instrumentos en vivo, quiero que ellos tengan interés en buena música”, expresó.