Los integrantes de la agrupación puertorriqueña de reggae Cultura Profética aprovecharon la celebración de su 15 aniversario para echarle una mirada a sus cinco producciones discográficas de estudio, y reflexionar sobre lo que cada una de éstas significó y aportó en la historia del grupo.

Boris Bilbraut / Batería / “Canción de alerta”

“El primer disco es el primer bebé; el principio de nuestra carrera. Fue un sueño hecho realidad  ir a Jamaica para grabar con el ingeniero de Bob Marley, Errol Brown, en el estudio. Era el principio en que la banda trabajaba el reggae full, porque ese disco no tiene tanta fusión, aunque tiene su sabor. Ese disco marcó la cabeza de cada uno de nosotros porque representa la responsabilidad que llevamos hasta el sol de hoy, que cumplimos  15 años de carrera. Estábamos en un despertar por el momento político y social que vivíamos. En ese tiempo, Pedro Rosselló estaba arriba en el mando. Había muchas cosas que se estaban comenzando a caer.  Creo que era el principio de la debacle que ha pasado hasta ahora. También, estábamos  saliendo de la adolescencia y entrando a la juventud más adulta, por lo que queríamos expresarnos como músicos y como ciudadano del país”.

Eliut González / Guitarra / “Ideas nuevas”

“Se vio un cambio marcado del disco Canción de alerta a Ideas nuevas. Nos fuimos un poco más experimentales. Mucha gente no lo entendió. Nos abrimos a esta búsqueda en canciones larguísimas de seis y siete minutos porque estábamos soltando lo que teníamos como músicos. Es un disco bien musical, pues cada cual estaba echando el resto. Las letras fueron más profundas, poesía difícil de descifrar. Se notó mucho la madurez musical, tanto en la voz de Willy como en nosotros. También, teníamos instrumentos buenos por fin. Recuerdo que reunimos el presupuesto para comprarnos instrumentos buenos. Tuvimos la experiencia de trabajarlo con Errol Brown, invitamos a Guillermo Bonetto, de Los Cafres, con quien habíamos creado afinidad,  y compartimos con  Bernard Collins, del grupo The Abyssinians, que fue una gran influencia en ese momento de búsqueda en el reggae. Fue un paso gigante porque este disco fue más pensado”.

Omar Silva / Guitarra / “Diario”

“Fue el disco que marcó la entrada a la electrónica contemporánea. Desde el principio, con los primeros dos discos, quisimos enfocarnos en el sonido vintage con teclado de los 1970 y la electroacústica de la música setentosa. Ya con Diario estábamos más inmersos en la cultura del drum and bass y, para ese entonces, DJ  Nature estaba en el grupo. Empezamos a coquetear con el hiphop. Ése es el disco que está en el medio y se nota que hay unas inquietudes nuevas en el grupo. Hay unos lenguajes nuevos que se están buscando.
 Tiene un sonido que no va a tener ningún disco de nosotros porque estaban las dos tecnologías sincronizadas –cinta analógica y formato digital– y eso lo hace más complicado. En Diario también se comienza a incluir canciones como De antes y Verso, que hablan de lo que son las relaciones de pareja desde el punto de vista de culturoso”.

Juan Carlos Sulsona / Teclado / “M.O.T.A.”

“En ese momento, yo me encontraba en Gomba Jahbari, mientras Cultura se encontraba en México, así que hicimos fiesta.  M.O.T.A. documenta cosas bien lindas al tocar influencias del hiphop en español. En Puerto Rico, hubo un boom con intérpretes como Siete Nueve, Luis Díaz, Welmo y Ciencia Ficción, mientras Willy estaba coqueteando con el hiphop en español. Me acuerdo que Bayrex (Jiménez, ex tecladista) me llamó para enseñarme el disco. Y hubo dos temas que me marcaron: Canto en la prisión, que tiene una mística y la melodía me acuerda a cantos de la montaña, y Sube el humo, que me voló la cabeza.  Al día de hoy, para mí, Sube el humo es la mejor canción de reggae que tiene Cultura porque es una meditación. Además, lo que grabó Bayrex es impresionante. Cuando Bayrex salió de su puesto, me trae de la mano y  tuve que aprender todo, empezando por ese disco que fue supercomplejo”.

Willy Rodríguez / Bajo y cantante / “La dulzura”

“Es el momento de expresar el lado dulce de Cultura. Por eso el nombre tan claro, conciso y directo. Después de tantos años de desilusiones,  guerrillas y pasiones puestas en las canciones, era tiempo de dejar ver que tenemos un lado sensible. Musicalmente, se trataba de seguir evolucionando sin dejar a un lado la sencillez. Por los tributos de Bob Marley, hicimos un estudio de su música, y nos volvimos a dar cuenta de las razones por las que su música es tan genial.  Y es porque es bien sencilla, aunque no es fácil. Pero sí, es sencilla; no es tan pretenciosa. Quisimos tratar de llegar a esa sencillez sin dejar de ser quienes somos porque somos complicados. Sientes esos dos lados tratando de balancearse. También, caímos en la madurez de darnos cuenta de que, a veces, no es bueno soltar todo en una canción. La dulzura  va más allá de lo romántico. Fácilmente son temas sociales desde el punto de vista de las relaciones, que son el principio de la sociedad”.