La noche del sábado estuvo llena de emociones para los fanáticos de la música sacra con el concierto Mi mundo necesita de ti, del cantante venezolano Daniel Calveti, en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.

Allí, cientos de personas pudieron disfrutar de los temas del intérprete, así como de sus predicaciones y constantes llamados.

“Este concierto se lo dedico, primero a Dios, y luego a las miles de personas que se han quedado sin trabajo. ¡Que Dios los arrope con su paz!”, dijo el cantante, consciente de la situación que vive el país, a la que se refirió en repetidas ocasiones.

Temas como Fuiste a la cruz, Libre, Tierno Dios, Isaías 46:3, Yo y mi casa, El padre y Alma mía fueron algunos de los más de veinte temas que Calveti cantó en el extenso concierto de más de tres horas de duración.

Uno de los momentos más emotivos del espectáculo fue cuando el cantante narró la historia de una joven llamada Carla, a la que Dios, presuntamente, la había curado de una malformación en el cerebro. La gente gritó emocionada al ver a la chica de 17 años aparecer en el escenario junto con el hijo de Calveti para cantar La niña de tus ojos. El mismo Daniel Calveti no pudo contener las lágrimas e hizo una llamado a tener fe.

“Cuando mi esposa y yo leemos los periódicos los dejamos en una mesita y cuando pasamos por al lado de ellos nos daba tristeza ver las malas noticias. Ahora los periódicos están en el mismo lugar, pero le ponemos la Biblia encima para recordar su promesa”, dijo luego de cantar Tierno Dios. Seguido, leyó pasajes bíblicos.

“Hace unos días el Señor me cambió la forma de hacer los conciertos. Me dijo: “Ya no vas a entretener a la gente, ahora la gente va a adorar a Dios contigo”, manifestó en una de sus muchas intervenciones.

Durante toda la presentación, el cantante le pedía una y otra vez al público, que no llenó la mitad de la versión reducida del Coliseo, que cantaran con los brazos al aire, así como que oraran.

De invitado estuvo el cantante sacro René González, quien durante el tema Yo y mi casa, su esposa y tres hijos lo acompañaron en la tarima.