De la dictadura al estrellato: Dos desertores norcoreanos debutan en el K-pop
Escaparon de un régimen que castiga con cárcel el solo hecho de escuchar música surcoreana.

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Seúl. Los desertores norcoreanos Hyuk y Seok pasaron de vivir en un régimen que prohíbe el K-pop a subirse a los escenarios de la emblemática industria musical surcoreana con el flamante grupo 1VERSE, una historia llena de desafíos personales que relataron este viernes a EFE.
En 1VERSE, que apenas debutó la semana pasada, Hyuk y Seok son los únicos integrantes coreanos, mientras sus compañeros Nathan, estadounidense con raíces laosianas y tailandesas, Kenny, de Estados Unidos y con ascendencia china, y Aito, de Japón, completan una formación de jóvenes de 20 a 25 años que promueve la universalidad como fortaleza.
En los últimos días, Hyuk y Seok han acaparado los encabezados del K-pop por haber escapado de la brutal dictadura de Kim Jong-un y ahora pertenecer a la exitosa industria musical de Corea del Sur; una vida entre dos naciones técnicamente en guerra.
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Diversos testimonios de desertores norcoreanos relatan que, desde 2020, se han intensificado los castigos severos y hasta realizado ejecuciones públicas en Corea del Norte por el simple hecho de consumir telenovelas y música surcoreanas.
Un origen, dos visiones
Para Hyuk y Seok el debate trasciende lo musical. Sus canciones podrían significar tanto esperanza como peligro para quienes se atrevan a escucharlas dentro del régimen más hermético del mundo.
“Si nuestra música tiene éxito y alguien que conozco la ve, supongo que sería algo bueno”, dijo Seok, que, detrás de su personalidad amable y contenida, se encuentra alguien que solía entrenar once horas diarias para ser futbolista o jugador de tenis de mesa profesional.

“Personalmente, espero que no escuchen (nuestra música). Es peligroso. No me gustaría poner a alguien en peligro”, dijo Hyuk, con su potente voz grave y actitud segura.
Hyuk dijo que en su entorno el acceso era mínimo. “Aunque había dispositivos con contenidos surcoreanos, mucha gente los rechazaba por el peligro a ser castigado”, agregando que su verdadero contacto con el K-pop no fue hasta llegar a Corea del Sur.
Por otro lado, Seok contó que llegó a escuchar algunas baladas surcoreanas en su infancia, y que no entró de lleno al K-pop hasta que fue reclutado por Singing Beetle, la agencia de representación de la banda.
Entre el silencio y las redes
1VERSE apenas debutó la semana pasada y ya cuenta con más de 700,000 seguidores y casi 25 millones ‘me gusta’ en TikTok.
El resto de los miembros también tiene cuentas personales en diferentes plataformas, pero no es el caso para Seok y Hyuk, quienes compartieron pocos detalles de sus vidas privadas por preocupaciones de seguridad.
Hyuk, considerado el más activo en los perfiles de redes sociales del grupo, no ha abierto una cuenta personal de Instagram.
“Me preocupa no solo la crítica normal, sino los comentarios negativos por ser norcoreano”, explicó Hyuk, quien fue el primer miembro reclutado por la agencia cuando se encontraba trabajando en una fábrica.
Letras y realidades
Su primer álbum es ‘The 1st Verse’, de dos canciones. Una de ellas es ‘Shattered’, que cuenta con un coro donde se repite constantemente la frase “We can never go back” (No podemos regresar jamás), haciendo inevitable pensar que está ligada a sus historias.
Hyuk respondió que la frase se puede interpretar de diferentes maneras, pero que una de ellas es la imposibilidad de regresar a un lugar o una región.
La diferencia entre sus vidas pasadas y el presente también fue evidente. “En Corea del Sur puedo comer tres veces al día”, resaltó Hyuk. Por otro lado, Seok afirmó que desde que vivía en Corea del Norte, deseaba conocer extranjeros, algo que puede hacer en el Sur. Ambos coincidieron en que el acceso a la información también es una gran diferencia.
Hermandad diversa
Hyuk y Seok han encontrado una nueva familia en 1VERSE. A pesar de sus idiomas mezclados entre el inglés y el coreano -que llaman “Konglish”- y con señas improvisadas, hay un lugar donde las barreras desaparecen entre los miembros de la banda: la mesa.
“Cuando comemos juntos, ni siquiera hablamos tanto. Simplemente tenemos como un vínculo telepático”, añadió Nathan.
Asimismo, el grupo se mostró muy interesado en realizar una gira por América Latina y España, reconociendo que muchos de sus fanes son de esas regiones. Incluso Nathan desveló que tiene un tío mexicano, con el que jugaba lotería y comía tamales en los veranos.
Con integrantes de orígenes tan distintos, la diferencia de perspectivas entre Hyuk y Seok sobre si su música debería llegar a Corea del Norte no se percibió como un choque, sino como una muestra de su individualidad. Más que dividirlos, reflejó que hoy viven en una realidad donde es posible discrepar y cantar sin miedo.