Su peculiar carcajada se escuchó en toda la sala. Cuando el joven actor Xavier Morales apareció en pantalla con su caracterización del popular productor de underground DJ Negro, durante la proyección de la película Vico C: La vida del filósofo, el verdadero DJ Negro no pudo contener la risa. 

Su estruendosa y enérgica risa contagió a toda la sala, porque quienes conocen a Félix Rodríguez, nombre de pila del disc jockey, saben que así es que ríe él. 

DJ Negro fue quien descubrió a Vico C durante un concurso de rap en inglés para jóvenes, en el que el llamado “Filósofo” decidió hacerlo en español con su Rapeo del vikingo. 

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Después de esa noche, esta dupla comenzó a endulzar el oído de los adolescentes de los caseríos y barrios marginados con temas como Sin pena, Si soy de la calle, En coma y La recta final. 

Con su corte de pelo flat top y bigote bien al estilo de los 80, de actitud resonante y alegre, y con una gran habilidad para los negocios, así lo proyectó Xavier… y la mirada nostálgica con la que Negro observaba la personificación, con su mano puesta en la boca siempre sonreída, con sus ojos achinados y hombros encogidos, develaron la sorpresa de quien observa en otra persona su vivo retrato. 

¿Puedes verte en él?, le pregunté. 

DJ Negro abrió sus pequeños ojos todo lo que pudo y solo asintió con la cabeza.

A través de la cinta, que repasa la vida artística y personal de Vico C, se destaca la importancia del DJ en los comienzos de la carrera de quien es conocido como el primer rapero de Puerto Rico. El productor aparece en escenas en el caserío vendiendo sus casetes a los jóvenes con frases como “llévate de dos de una vez”, promocionando sus parties con flyers pegados a los postes de luz eléctrica y buscando a Vico, tras descubrirlo, para grabarlo. 

¿Así era que movías tú música entonces? 

“Al principio lo hacía así; luego compré un equipo y podía hacerlo de una forma más profesional, pero sí, así era”, comentó sobre la recreación de esa época en la pantalla grande. 

El personaje apenas aparece en un fragmento de la producción, pero su caracterización es tan buena y divertida que provoca que uno lo recuerde como uno de los mejores aciertos de la película.

El “je je je jeeeeeeeeeeee” del también actor de Por amor en el caserío en cada una de sus escena es una carcajada asegurada para el público, así como lo fue para el propio DJ Negro, quien no podía contener la risa cada vez que lo escuchaba. Su esposa, sentada a su derecha, no paraba de afirmar el buen trabajo realizado por Xavier. 

No obstante, ese semblante se transformó a uno más serio durante la recreación del accidente en motora que cambió el rumbo en la carrera del cantante y que lo llevó de la depresión y a las drogas. 

La historia dirigida por el cineasta puertorriqueño Eduardo “Transfor” Ortiz para Piñolywood Studios presenta al intérprete ceder ante la insistencia de su productor de montarse en una motora para dar un paseo durante un viaje de promoción a República Dominicana. 

¿Sentiste algún cargo de conciencia tras el accidente? 

“Es que él nunca me dijo que no sabía montar motora. Ese día fue una locura. En ese hospital todo el mundo se enteró de que estaba Vico y se llenó de gente que iba a pedirle autógrafos”, señaló.

“Después de esa escena, no creo que salga más porque fue después de ahí que me sacaron”, añadió quien aseguró no haber tenido interacción con el actor para la preparación del personaje. 

Vico C: La vida del filósofo está en cartelera en los cines alrededor de todo Puerto Rico.