AGUADA. El cuatro puertorriqueño tiene un apasionado defensor en Alex López Rodríguez, quien a sus 20 años está enfocado en darle continuidad al legado de maestros cuatristas que han puesto en alto el instrumento nacional ante el mundo.

Desde que apenas tenía cinco añitos, este joven aguadeño demostró su curiosidad por la música, algo que notó uno de sus tíos, también músico, quien le regaló su primer cuatro. Ese instrumento todavía lo guarda, junto a los otros siete que ha adquirido desde entonces, tiempo en el que ha contado con la mentoría de reconocidos cuatristas como Junior Carrillo, del grupo Caobaná, y el maestro Edwin Colón Zayas.

“Entusiasmo total”, responde Alex con emoción cuando se le pregunta qué siente al expresarse a través de las cuerdas. “Ese sonido enamora a uno. Y ya tú sabes, ahí me quedé”, añade el joven, que el pasado mes de septiembre ganó el primer lugar en el Festival de Cuatristas y Trovadores, que se celebró en Morovis, y ha representado a la Isla en festivales de México y España.

Pero más allá de una simple afición, está enfocado en destacarse como cuatrista, por lo que actualmente estudia música aplicada en la Universidad Interamericana, y muestra una constante disciplina, practicando entre dos a cuatro horas diarias para mejorar su ejecución. Además, forma parte de la agrupación Son Nación y ha colaborado en varias producciones musicales.

Según contó el también guitarrista, que ya está trabajando en la que será su primera producción discográfica, busca innovar en otros géneros, más allá de los tradicionales, como lo es el jazz.

“Empezamos en la música típica, pero luego de esto hemos acoplado lo que actualmente se toca y se vende en la música. Hay que tocar de todo, pero siempre enfatizando lo que es el instrumento y, como nosotros diríamos, la mancha de plátano tiene que estar”, afirma Alex, quien está convencido de su misión de “poder continuar el legado de otros cuatristas, dando a conocer el cuatro alrededor del mundo” y eventualmente, compartir sus conocimientos como maestro, “para preservar la cultura puertorriqueña”.